El pasado fin de semana, el Ejército entregó detalles de la operación militar que permitió desarticular una peligrosa comisión de finanzas ilegales de la ‘Segunda Marquetalia’, en Vichada.Hasta la zona rural de Cumaribo, sur del departamento, llegaron unidades de la Brigada 28, que se encontraban realizando un esfuerzo operacional en contra de los fenómenos de criminalidad.En ese territorio se produjo un combate con las tropas de la Octava División del Ejército, quienes lograron realizar una maniobra mediante la cual los terroristas de la ‘Segunda Marquetalia’ fueron reducidos.Armas incuatadas en la operación militar. Foto:CortesíaComo resultado de esta acción, fueron capturados siete presuntos integrantes de esa comisión criminal, a quienes se les incautaron cuatro fusiles de largo alcance, tres pistolas semiautomáticas, munición de diferentes calibres, así como material de intendencia y equipos de comunicaciones.EL TIEMPO conoció detalles de la operación, así como los perfiles de varios de los capturados. Una fuente ligada a la investigación señaló que desde inicios de enero se estaba planeando y ejecutando la operación.“La presión y las operaciones realizadas en varios puntos les habían quitado margen de maniobra y espacio en zonas para moverse”, dijo la fuente.Las motos que fueron claves en la investigación. Foto:CortesíaLas motosLos uniformados llegaron a una casa, que a simple vista daba la impresión de ser una humilde finca, pero contaba con internet, paneles solares y demás elementos que les perecieron extraños. “El inmueble en realidad les servía como escondite y para almacenar armas largas, pistolas semiautomáticas, información de ganaderos, comerciantes y transportadores para extorsionarlos”, detalló el informante, quien agregó que este supone el golpe más fuerte que ha sufrido la ‘Segunda Marquetalia’ en lo que va de 2025 en la región de la Orinoquía.Un detalle que sirvió para ubicar a estos hombres fueron los constantes movimientos que hacían en motocicletas de alto cilindraje que no son muy comunes en esa zona. “Esta situación despertó la sospecha de agentes de inteligencia militar, quienes luego de verificaciones lograron determinar que se trataba de esa comisión de finanzas ilegales”.Talonario usado para extorsión. Foto:CortesíaEsas mismas motos eran las que, al parecer, llegaban hasta los establecimientos comerciales y puntos de encuentro para exigir a sus víctimas el pago de millonarias sumas de dinero por concepto de extorsión.Los peligrosos integrantesUno de los capturados fue Yudber Calderón Silva, alias Arturo o ‘Dragón’. Para las autoridades, este hombre consolidó su hegemonía criminal como cabecilla de finanzas de la estructura E53 ‘Édison Romaña’, de ese grupo disidente.Su accionar delictivo no solo desangró económicamente a las comunidades de Cumaribo y Santa Rosalía, sino que convirtió las rutas nacionales 40 y 38 en corredores de terror, donde la extorsión y el asalto armado fueron su sello distintivo. “En los sectores de Tres Matas, La 14, Asocortomo, Guanape y Guacacias, alias Dragón cobraba cuotas extorsivas millonarias a comerciantes, transportadores y ganaderos, bajo amenaza de represalias brutales, desde el asesinato hasta la incineración de vehículos y propiedades”, señaló un investigador.Bajo su mando, estaban células armadas que realizaban retenes ilegales con hombres encapuchados que interceptaban camiones y vehículos particulares, exigiendo pagos bajo amenaza de secuestro o muerte. Transportadores de carga denunciaron que debían pagar “peajes criminales” en múltiples puntos de las rutas para evitar ser víctimas de saqueos, atentados o desapariciones forzadas.Las municiones incautadas. Foto:CortesíaEntre los capturados también está alias Tijeras o ‘Paisa’, quien era el encargado de comandar personal en armas y era el responsable de realizar homicidios selectivos y tomar acción con el personal que se negara a pagar las extorsiones. Adicional a eso, este sujeto habría sido el responsable del homicidio de Hernán Amaya, firmante del proceso de paz, ocurrido el pasado 21 de febrero en zona rural del municipio de Cumaribo, Vichada.“‘Tijeras’ se consolidó como el verdugo del Vichada, ejecutando asesinatos selectivos y ataques a la población civil. Su estructura no solo garantizaba el control territorial, sino que servía de brazo ejecutor para las órdenes de alto mando dentro de la organización criminal, además, dirigía asaltos a caravanas de carga y coordinaba ajustes de cuentas, asegurando que nadie escapara del control del grupo”, documentó el investigador.Coronel Raúl Andrés Rodríguez Gallego, comandante Brigada 28 del Ejército. Foto:CortesíaPor su parte, Efraín Daza Rodríguez, alias Efraín o ‘Poste’, era el encargado del cobro de las extorsiones, asimismo, este sujeto habría sido partícipe del homicidio de Hernán Amaya.Alias Poste delinquía con una estructura móvil de combate. Sus hombres eran entrenados en incursiones rápidas y enfrentamientos prolongados, lo que reforzaba la operatividad del grupo armado en zonas estratégicas de la región.El coronel Raúl Andrés Rodríguez Gallego, comandante Brigada 28 del Ejército, señaló que con este resultado operacional, “se desarticula y desmantela la comisión de finanzas ilegales del grupo armado organizado residual Estructura 53 Edison Romaña, de la ‘Segunda Marquetalia’, señalada de cometer graves delitos como narcotráfico, explotación ilícita de yacimientos mineros, desplazamiento forzado, homicidios, reclutamiento de menores, extorsión entre otros”.Redacción JusticiaJusticia@eltiempo.comMás noticias de Justicia:

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