Un tribunal granadino ha emitido una diligencia este miércoles en la que ordena a Juana Rivas entregar a su hijo menor, Daniel, de 11 años, a Francesco Arcuri, padre de este y expareja de ella. El niño residía en Italia desde septiembre de 2017 y vino a España en diciembre pasado para pasar las vacaciones navideñas. Al terminar estas, sin embargo, la madre acudió a los tribunales para que le permitieran quedarse y no volver. Un tribunal lo aceptó provisionalmente. Ahora, otro ha determinado que el menor debe volver con su padre de manera definitiva. Para ello, obliga a la madre a llevarlo a un punto concreto de la capital granadina el próximo martes 22 de julio entre las 10 y las 11, donde deberá ponerlo a disposición del padre. La juez es clara en lo que se refiere a qué país y qué tribunales tienen la competencia, decantándose claramente por Italia. En su escrito determina que hay que “acatar las resoluciones judiciales dictadas en el país de residencia de la familia en su día y dirimir allí las controversias existentes en relación al hijo común”.La razón que alegó Juana Rivas en los tribunales españoles en Navidad para que el niño permaneciera con ella –como ya hace el hermano mayor, Gabriel, desde hace un par de años– es que existe en Italia una causa judicial contra Arcuri por malos tratos. Ese juicio se celebrará en septiembre próximo, pero, con independencia del resultado, los tribunales italianos han determinado en los últimos meses que el menor debía volver con su padre. Tras ello, los españoles también apuntaron ya en varios autos que el niño tenía que retornar con su progenitor. La diligencia emitida hoy, aunque admite apelación que no es suspensiva, según Enrique Zambrano, abogado de Arcuri, da por terminada esa discusión. La Fiscalía, alineada en esta fase con la petición del padre del menor, se ha mostrado favorable a su retorno a Italia. Tras la decisión del juzgado granadino de enero que permitía la estancia del menor con su madre en su residencia de Maracena (Granada), donde reside ella, Arcuri solicitó en los tribunales italianos la restitución del menor. El pasado 18 de febrero, el Tribunal de Apelación de Cagliari determinó que Daniel debía volver a Carloforte (Cerdeña), donde está la residencia de su padre, quien tiene su guardia y custodia, y donde él ha vivido en los últimos años. Un tribunal español también se sumó a esa decisión aunque no explicitaba el modo concreto. Tras varios intentos de los letrados de Juana Rivas ―incluida la petición de que el tribunal escuchara al menor de modo presencial―, el menor deberá encontrarse con su padre el próximo martes, entre otras razones porque, como indica ahora la jueza en su escrito, una “resolución dictada en otro Estado miembro no podrá en ningún caso ser objeto de una revisión en cuanto al fondo”. Es decir, lo que ha dictado el juzgado italiano ha de cumplirse y no se podrán realizar nuevas pruebas en España. Respecto al supuesto grave riesgo que existía en enero, en el que se fundamentó la permanencia del menor con su madre en enero y que los letrados siguen invocando para que se escuche al menor, la jueza indica que “no procede llevar a cabo la nueva exploración del menor para conocer las relaciones con sus progenitores, cuando consta que no ve a su padre desde el 22 de diciembre de 2024 y no se ha comunicado ni tan siquiera telefónicamente con él desde entonces”. Además, insiste la jueza, se trata de una petición “superflua y choca con el interés del menor, oído reiteradamente en otras fases del mismo procedimiento de guarda y custodia”.En definitiva, el tribunal español estima que la ejecución del Decreto del Tribunal de Apelación de Cagliari que concede al padre la guarda y custodia sobre el menor y dicta la restitución del mismo a su país de residencia habitual, no es contraria al orden público español ni al superior interés del menor Daniel; que no concurre riesgo alguno acreditado para el niño con el retorno a su país de origen con su padre, ni se ha acreditado ninguna conducta del padre que pueda perjudicar al menor. Sobre esto, la jueza reflexiona que los posibles riesgos para el menor ante su padre, que se enfrenta a un proceso penal por presuntos malos tratos, ya han sido evaluados y descartados por los jueces italianos. En cualquier caso, la jueza indica que habrá que “dirimir allí [en Italia] las controversias existentes en relación al hijo común”.El abogado de Arcuri, Enrique Zambrano, se ha mostrado muy satisfecho con la resolución “porque suscribe todas nuestros razonamientos, como también ocurrió con el escrito de Fiscalía”. Carlos Aránguez, abogado de Juana Rivas, ha emitido un comunicado en el que explica que “con independencia de realizar una valoración más detallada en las próximas horas, les anticipo que ejerceremos todas las acciones legales a nuestro alcance para proteger el interés del hijo menor de Juana Rivas, pues resulta contrario al sentido común que un niño sea entregado a quien está siendo acusado por maltratarle”. En cualquier caso, añade “las decisiones judiciales deben cumplirse por muy injusta que nos parezcan, pero confío plenamente en que se activen todos los mecanismos legales que permiten rectificar una decisión judicial que pone en grave peligro a un menor español que ni siquiera ha sido escuchado por la jueza que dicta esta desafortunada decisión”.

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