La reina Letizia se ha encargado este domingo, como lo hace desde hace tiempo, de cerrar la edición más multitudinaria del Atlàntida Mallorca Film Fest, que este año recibió a 45.000 personas, más que nunca en su historia (cerca de 5.000 más que el año pasado). Lo hizo entregando, como también acostumbra desde hace años, el premio Master of Cinema, esta vez al compositor español Alberto Iglesias por ser, así lo dice el festival, “el mejor compositor español para cine en la historia”. Más informaciónLo es, al menos en datos: 4 veces nominado al Oscar —La última este año por su trabajo en La habitación de al lado, de Pedro Almodóvar—, premiado dos veces en el festival de Cannes y 12 veces en los Goya —más que cualquier otra persona jamás—, y es también Premio Nacional de Cinematografía y Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes. No se puede hablar de Almodovar sin hablar de Iglesias. Una relación que empezó en 1995 con La flor de mi secreto y que continuó con Carne trémula, Todo sobre mi madre, Hable con ella, Volver, La piel que habito, Dolor y gloria y la citada La habitación de al lado. Y por si faltan más referencias suyas en la historia del cine español, también tiene una larga relación con Julio Medem, con películas como La ardilla roja, Tierra, Los amantes del Círculo Polar y Lucía y el sexo. Pero él se considera, lo dijo al recibir la estatuilla en la calurosa noche mallorquina “un aprendiz de esto”. “La música es enigmática, nos atraviesa sin ser del todo comprensible y con leyes que se resisten a ser fijadas”, contó Iglesias ante los invitados, tímido y con la voz cándida, para luego defender el papel de la música en el cine, eso a lo que él se dedica. “El cine necesitaba la música para decir las cosas, después ha tratado de decir lo que la palabra no alcanza. Con la música en los oídos trata de recordarnos quiénes queremos ser y quiénes somos”. Y luego una breve reflexión sobre “los tiempos complejos” que se viven: “El arte alimenta el espíritu, pero la realidad parece no hacerlo. Las formas más crueles de la barbarie están ahí. Los artistas debemos tratar de unir la verdad con la belleza para influir en el mundo”.Es la primera vez, en más de media década, que el discurso del premiado en la clausura lo pronuncia un español. Antes de Iglesias, el premio lo recibieron estrellas internacionales: Michael Douglas, Irene Jacon, Isabelle Huppert, Judi Dench, Stephen Frears o Ken Loach. A la Reina la acompañaron, en segundo plano, el director del festival, Jaume Ripoll, y la presidenta del Govern balear, Marga Prohens.Antes del momento estelar de la noche, con los últimos rayos de sol iluminando el patio del centro cultural La Misericordia, en Palma, Yerai Cortés y su guitarra flamenca empezaron la tarde con un breve concierto, en el primer atisbo de una gala que resultó profundamente musical, presentada por Miriam Garcías y el periodista de EL PAÍS Carlos de Vega. Y es que además de Cortés y el premio a Iglesias, también se proyectó el documental El canto de las manos, la ópera prima de María Valverde sobre la historia de tres intérpretes sordos venezolanos que preparan el montaje en lengua de signos de la ópera Fidelio, de Beethoven, bajo la batuta de Gustavo Dudamel.El director de orquesta y la actriz fueron dos de los grandes protagonistas de la noche y subieron al escenario, en un gesto simbólico propiciado por De Vega, con los aplausos sordos del público. En la noche, a diferencia de otros años, no desfilaron por la alfombra azul nombres internacionales tan rimbombantes. No faltaron, sin embargo, algunas de las caras más reconocidas del cine español: Chino Darín, Carolina Yuste, Rossy de Palma, Alba Flores, Itzan Escamila, Edu Sola, Carla Tous o Greta Fernández. También se entregaron los premios a lo mejor del festival. El premio de la sección oficial nacional para Jone, Batzuetan (Jone, a veces), dirigida por Sara Fantova. Con una mención especial para Downriver a tiger, de Víctor Diago. El premio a la mejor película internacional para El silencio de Julie, de Leonardo Van Dijil, con otra mención de honor para How to be normal and the oddness of the world, de Florian Pochlatko. The designer is dead, el documental sobre el polémico diseñador Miguel Adrover —en boca de todos por la reciente polémica con Rosalía—, de Gonzalo Hergueta, recibió el Premio del Público. Y el de la crítica lo recogió Eat the Night, de Caroline Poggi y Jonathan Vinel, con otra mención especial para How to be normal and the oddness of the world, de Florian Pochlatko.

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