El Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE), dominado por el oficialismo chavista, ha cerrado el plazo para las postulaciones de candidaturas para las próximas elecciones de parlamentarios y gobernadores que se celebrarán este 25 de mayo. Estos serán los primeros comicios que se organizan en Venezuela luego de las cuestionados presidenciales del pasado 28 de julio, que produjeron una ola de protestas, varios muertos y numerosos detenidos en todo el país, una vez anunciado el resultado, y un extendido cuestionamiento de la comunidad internacional.El presidente del CNE, Elvis Amoroso, afirmó, poco antes del cierre definitivo del plazo, el pasado 12 de abril: “Seguiremos recibiendo las organizaciones con fines políticos, para que todo el pueblo de Venezuela esté atento con estos grupos que creen en la democracia, en la Constitución y las leyes de la República”, procurando distinguir entre aquellos partidos que participan y los que le cuestionan. Amoroso informó de que, en esta cita del 25 de mayo, se elegirán 569 cargos: 285 diputados, 24 gobernadores de estado y 260 legisladores regionales.En un ambiente de preocupaciones económicas y agotamiento político generalizado, no se respira mayor entusiasmo en torno a esta convocatoria electoral, que el oficialismo juzga cardinal para asentar su poder y hacer irreversible la revolución bolivariana. En el mismo camino va la iniciativa política de la reforma constitucional.A primera vista, al gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) podría bastarle movilizando a su militancia más leal para ofrecer una apariencia de poderío en medio de un ambiente de poca participación en las filas opositoras, mayoritarias en el país, que tienen una postura extremadamente crítica hacia el proceder del CNE luego de lo sucedido el año pasado. Sin embargo, la debilidad política del chavismo es muy clara en un país anémico y exhausto. Algunos dudan, incluso, del compromiso de los más comprometidos.En la oposición, únicamente Un Nuevo Tiempo, partido de la Plataforma Unitaria adversario de María Corina Machado, liderado por el actual gobernador del estado Zulia, Manuel Rosales; y una tendencia disidente del partido Primero Justicia, que lidera Henrique Capriles Radonski, han sido admitidos para presentar sus tarjetas.Estos sectores han acompañado las posturas de la red Decide, una nueva plataforma ciudadana de activistas civiles y políticos que ha cerrado filas en la preservación del derecho al voto como único instrumento que queda para preservar los resultados democráticos. Esto a pesar de lo sucedido el pasado 28 de julio.En esta ocasión, el Consejo Nacional Electoral ha endurecido más aún el criterio de admisión de las organizaciones políticas, denegando la posibilidad de inscribirse a cualquier organización opositora que haya apoyado o coincidido con Edmundo González Urrutia y María Corina Machado, aunque sea de lejos. Es el caso del Movimiento Por Venezuela, que lidera Andrés Caleca. También han quedado fuera organizaciones opositoras minoritarias moderadas, casi todas socialdemócratas, alejadas de la Plataforma, como el Movimiento al Socialismo, Puente y Centrados.En algunos círculos periodísticos próximos a los partidos opositores circula la tesis de que la plana dirigente revolucionaria busca cerrarle espacios a cualquier nombre cercano a la causa de Machado capaz de crecer exponencialmente con un llamado sorpresivo a votar. Evitar un efecto parecido al de Edmundo González Urrutia, un desconocido que en tres semanas liderada todos los estudios de opinión en el país. Tanto Capriles como Rosales tienen claras discrepancias políticas y personales con Machado, quién no le tiene confianza a ninguno de los dos.Al inscribir su candidatura como gobernador, Manuel Rosales, candidato presidencial de la oposición en el 2006, adversario de Machado, argumentó: “El venezolano tiene la opción de quedarse en la casa sin hacer nada, esperando que el país siga por el barranco, o seguir remando, usar el poderoso instrumento del voto”. Se presume que, en un escenario normal, Rosales tendría posibilidades de obtener una victoria.“Voy a participar en estas elecciones porque no quiero cederle espacios al gobierno, creo en la participación”, ha dicho a su vez Capriles, antiguo líder nacional de la oposición, hoy nadando contracorriente para imponer su tesis ante el escepticismo extendido. Capriles ha dividido Primero Justicia, demandando un cambio de ruta en la agenda opositora y proposiciones concretas a la población para mejorar su vida. Su postura actual es criticada con enorme dureza, aunque algunos dirigentes le acompañan.Capriles ha sido presentado como candidato a diputado, junto a Stalin González, Luis Emilio Rondón, Tomás Guanipa, Luis Florido, Pablo Pérez o Henri Falcón, entre otros dirigentes opositores que disienten de la línea de Machado.Casi todos los partidos de la oposición venezolana estén en este momento, agrupados en la Plataforma Unitaria -Acción Democrática, Voluntad Popular, Primero Justicia (cuya dirección ha decidido mantener la lealtad a González Urrutia y Machado), Vente Venezuela, Encuentro Ciudadano, Causa Radical- están vetados de participar en las elecciones del chavismo por diversas razones políticas o administrativas. Parte importante de su dirigencia están en el exilio o la cárcel.Machado, líder de las corrientes opositoras mayoritarias, ha desestimado la organización de esta consulta, por considerarla fraudulenta, y ha llamado a la población a no participar en ella. Su postura es muy popular en un país en el cual está muy extendido el desencanto ciudadano ante la conducta del Consejo Nacional Electoral en 2024. “Las elecciones son para elegir y no para lavarle la cara a la tiranía”, ha dicho. “El pueblo eligió y derrotó al régimen con sus propias reglas. Ese resultado debe y va a ser respetado”.Además de Un Nuevo Tiempo y la tarjeta concedida a Capriles, participarán en estas elecciones otros partidos opositores pequeños que tienen algunas coincidencias e acuerdos con el chavismo, presentes en el actual parlamento, como Avanzada Progresista y Cambiemos.El chavismo trabaja duro haciendo calistenia electoral, con operativos logísticos y políticos en los cuales intervienen sus dirigentes nacionales. La estatal Venezolana de Televisión, junto al resto del sistema de medios públicos del país, ha promocionado a los candidatos del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela, organización que, como puede, empuja a sus partidarios a escuchar las promesas de sus candidatos.

Carrera de obstáculos para inscribir a los candidatos a las elecciones parlamentarias y regionales de Venezuela
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