En medio de la tensión política que rodea la relación bilateral entre Colombia y Estados Unidos, el almirante Francisco Cubides, comandante de las Fuerzas Militares, abrió la discusión sobre un escenario que, de materializarse, pondría a prueba la capacidad real de la Fuerza Pública para sostener operaciones contra estructuras criminales.En diálogo con EL TIEMPO, el almirante explicó que, presuntamente, un retiro parcial o condicionado de la certificación que mantiene la cooperación norteamericana impactaría de forma directa los presupuestos y la capacidad operativa de las tropas, la Policía Nacional y varias agencias de seguridad.Donald Trump y Mark Rutte Foto:EFE“Aquí hay una relación de doble vía, histórica, que ha funcionado por años. Lo que nosotros atacamos localmente afecta favorablemente la seguridad de Estados Unidos y Europa, porque el narcotráfico está vinculado a organizaciones internacionales”, enfatizó.La afectación en cifrasEl comandante fue directo al dimensionar la magnitud de la dependencia: “Por cada 100 pesos que tenemos de presupuesto, 60 provienen de apoyo de Estados Unidos. Esos recursos se convierten en repuestos, entrenamiento y capacidades logísticas que, sin duda, fortalecen nuestra operación”.Según Cubides, el riesgo de una eventual descertificación o una certificación condicionada golpea especialmente los aportes del Departamento de Estado, que financia buena parte de la asistencia para programas de seguridad ciudadana y lucha contra el crimen organizado en zonas urbanas. LEA TAMBIÉN El golpe para la Policía NacionalDe concretarse esa reducción, quienes más sentirían el impacto, aparentemente, serían la Policía Nacional y las unidades de investigación criminal, que dependen de estos fondos para operar equipos, laboratorios forenses y unidades especializadas. “Los más afectados serían la Policía, porque los recursos que hay en el Departamento de Estado son los que se suspenderían y afectan en capacidades de Policía. Las Fuerzas Militares, en alguna medida, pero no tan amplia”, advirtió.Llegada de comandos de la Policía a la cancha de Villa Luz en Barrancas, La Guajira. Foto:Vanexa Romero/ El TiempoLa amenaza de las economías ilícitasPara el alto oficial, la presión sobre cultivos ilícitos, minería ilegal, contrabando y estructuras de extorsión depende, en buena parte, de la articulación con agencias internacionales. “Sin esos recursos, la ofensiva se ralentiza. Con lo que tengamos seguiremos operando, pero es claro que se resentiría la capacidad”, admitió.Cubides subrayó que, aunque la relación bilateral puede entrar en una fase de revisión, la Fuerza Pública no puede bajar la guardia. “Entendemos el momento político, pero la misión es una sola: mantener la ofensiva contra los grupos armados organizados y las economías ilegales que los financian”, insistió. LEA TAMBIÉN Los campesinos aseguran que el Gobierno no ha cumplido con los proyectos de sustitución. Foto:Jorge Eliécer RicardoLa cooperación histórica de Estados UnidosEl apoyo con Washington ha permitido sostener programas de interdicción aérea, control de rutas fluviales, monitoreo de radares costeros y entrenamiento de unidades élite que operan en zonas de frontera.“Cuando golpeamos una estructura de narcotráfico en Caquetá o Nariño, indirectamente estamos protegiendo corredores que afectan a Norteamérica y Europa. Es un esfuerzo que trasciende fronteras”, recalcó Cubides.El comandante enfatizó que no se trata solo de recursos materiales. La relación con EE. UU. se basa en confianza mutua, flujo de información estratégica y trabajo conjunto. Romper ese ciclo, advierte, podría tardar años en reconstruirse.Erradicación forzada de cultivos ilícitos. El presidente Petro y presidente Donald Trump. Foto:Archivo particularOperaciones continuarían con herramientas dispuestas“Aquí nadie habla de parar. Con lo que haya, se sigue. Pero es claro que hay capacidades, especialmente en inteligencia y judicialización, que sin ese respaldo se ven comprometidas”, agregó.Al cierre, Cubides llamó a no perder de vista el contexto regional: “El crimen no tiene fronteras. Si la cooperación se reduce, los impactos no serán solo para Colombia. La presión migrará hacia otros corredores, afectando a toda la región”, concluyó. LEA TAMBIÉN La Fuerza Pública se prepara para sostener su misión, pero una eventual “descertificación” de Estados Unidos abriría un flanco vulnerable que hoy sostiene la seguridad hemisférica.

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