Cristian Canton (Terrassa, Barcelona, 45 años) fue nombrado el pasado viernes director asociado del Barcelona Supercomputing Center-Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS). Está orgánicamente por debajo del director, Mateo Valero (al timón desde 2004), pero será quien se ocupe de llevar el día a día de esta institución pública, una referencia en España y Europa. En la capilla desacralizada propiedad del centro se ubica el MareNostrum 5, el octavo superordenador más potente del mundo, según el ránking Top500. Desde febrero de este año, el BSC-CNS cuenta también con el MareNostrum-Ona, un ordenador cuántico desarrollado con tecnología 100% europea.Toda esta potencia de cálculo se dedica a investigaciones científicas de interés general. “Tenemos unos 1.000 investigadores que trabajan en ciencias de la vida, en ciencias de la tierra, ciencias computacionales y en otros temas”, explica Canton. “Aquí no nos interesa subir las acciones de una empresa, sino curar el cáncer o evitar el cambio climático. Uno de nuestros proyectos, por ejemplo, se dedica a hacer predicciones sobre los flujos de contaminación en ciudades como Barcelona”.Más informaciónDoctor en Visión por Computador por la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) y experto en aprendizaje automático y seguridad de sistemas de inteligencia artificial (IA), Canton ha trabajado los últimos ocho años en Meta, donde era director de IA Responsable (RAI), y anteriormente pasó un lustro en Microsoft. Sustituirá en el cargo a Josep M. Martorell, que ocupaba ese puesto desde 2016. Pregunta. Pasa de trabajar en una de las principales tecnológicas a un centro comparativamente diminuto y de financiación pública. ¿Cómo de fácil es dar el salto?Respuesta. Toda mi carrera la he enfocado a hacer IA para el bien. Nunca me he desviado de eso. En Meta, yo llevaba toda la parte de pornografía infantil, terrorismo, tráfico de órganos, tráfico de drogas, etc. Usaba la IA para detectar esos contenidos. Pasó el tiempo y me hicieron jefe de IA responsable para la corporación, mi objetivo era preguntarme cómo hacemos que nuestros algoritmos sean justos, auditables, robustos, transparentes. Por eso, gravitar hacia un centro como el BSC-CNS para mí ha sido muy natural. Voy a seguir tratando de ayudar al mundo, y además lo haré en un lugar donde no tendré la presión de satisfacer a los accionistas. La manera de funcionar es muy distinta en una institución pública. Ahora me tengo que adaptar.P. ¿Cuál puede ser la aportación del BSC-CNS a la IA, teniendo en cuenta que los principales avances de esta tecnología están saliendo de los laboratorios de las grandes tecnológicas?R. Las grandes corporaciones tienen infinitos recursos, pero los aplican a objetivos comerciales. Aquí no tenemos la presión de obtener ingresos, así que nos podemos enfocar en temas como la IA aplicada a estudiar el cambio climático o en aplicar los grandes modelos de lenguaje a la genómica. Hay batallas que queremos ganar y otras que no. Las grandes corporaciones serán punteras en muchas cosas. Fantástico, las necesitamos, especialmente si desarrollan modelos de código abierto, que nos permite a muchos aprender de forma directa. Lo que estamos viendo en los últimos años es que la IA generativa está en todas partes, ya es una tecnología clave para el avance de casi todas las disciplinas científicas. Hasta ahora, el centro del BSC-CNS era la máquina, el MareNostrum 5. Ahora, con la llegada de la IA, esta es la protagonista. Podríamos decir que el BSC-CNS es un centro de IA que tiene una gran máquina que lo apoya. Tenemos investigadores punteros en varias disciplinas y uno de los mayores supercomputadores de Europa, todo bajo el mismo techo.P. ¿Cuál es su idea para el BSC-CNS?R. Tenemos una fragmentación de esfuerzos, gente que está trabajando en IA en diferentes campos. Queremos ver cuál es el común denominador. Hemos creado el BSC AI Institute, con Ricardo Baeza-Yates al frente, para llevar esta transformación. La idea es crear una capa horizontal a todas estas ramas del conocimiento que haga que todos los barcos suban por la marea, que todo el mundo se beneficie de la IA.P. El BSC-CNS ha sido seleccionado por la UE como uno de los siete centros en los que desarrollar una factoría de IA. ¿Qué supone eso en términos prácticos?R. Creo que va a ser importantísimo para España y para Barcelona. Hasta ahora, el BSC-CNS daba servicio a científicos, gente que hacía investigación, tesis doctorales, etcétera. Ahora también apoyará a pequeñas y medianas empresas que no saben cómo aprovechar la IA para mejorar sus productos o servicios. Las startups podrán entrenar sus modelos aquí. A lo mejor no les hace falta comprar espacio en un centro de datos, porque pueden venir aquí y tenerlo hecho en un mes. La idea de las factorías de IA es acelerar la transferencia de IA a las pequeñas y medianas empresas, así como a la Administración.Canton, en las instalaciones del BSC tras la entrevista con EL PAÍS.Massimiliano MinocriP. Desde que Trump volvió a la Casa Blanca, en la UE se habla sobre todo de dos cosas: de rearme y de autonomía tecnológica. ¿Hasta qué punto cree posible que Europa logre ser realmente autónoma de EE UU o China en materia tecnológica? ¿Qué papel puede desempeñar el BSC-CNS en esto?R. El escenario geopolítico actual es muy complicado. Además de Trump en EE UU, China está ahí y Asia tiene el monopolio de la producción de las GPUs, los chips que hacen que la IA funcione. No pensar en soberanía tecnológica nos pondría en una posición de debilidad. Es importante tener al menos una estrategia e implementarla, porque si algún día te cortan el grifo, por el motivo que sea, no tendríamos capacidad de generar IA. Nos quedaríamos atrás muy rápido. Nosotros estamos trabajando en el diseño de chips. Creo que es importante buscar la soberanía, tanto de hardware como de software, como un mecanismo, no diría de defensa, sino de preparación. En los momentos complicados, tener cierta independencia te garantiza que tu progreso no se va a parar. El BSC-CNS históricamente tiene un talento grandioso en el diseño de sistemas. Puede contribuir y ha contribuido a perseguir la soberanía tecnológica, por ejemplo con startups salidas de aquí como Open Chip. Es crítico tener los datos en suelo europeo, gestionados por nosotros. Y contar con modelos fundacionales propios, que representen los valores de la Unión, construidos con datos que tengan las acreditaciones correctas, que representen todos los idiomas de una forma fehaciente, etc. Tenemos el talento para hacerlo. He pasado muchos años en Silicon Valley y allá donde voy siempre oigo conversaciones en castellano y catalán. También tenemos recursos y las máquinas. Falta cocinarlo todo bien. Yo quiero mover el cucharón y ver qué sale. P. Que la UE sea mínimamente independiente en términos de software y hardware costaría muchísimo dinero, mucho más del que se está invirtiendo hoy.R. No lo sé. Fíjese en DeepSeek [un modelo de IA generativa chino]. Cayó como una bomba porque lo desarrolló un grupo pequeño de ingenieros chinos con un puñado de GPU antiguas, y resultó ser superior que el mejor modelo que existe hasta entonces. Obviamente, necesitamos grandes máquinas para hacer grandes cosas, pero con lo que tenemos, yo creo que aún podemos conseguir muchas cosas. Eso no quita que necesitaremos dinero para construir el MareNostrum 6, el 7 y el 8. Vamos a ver hasta donde nos llega, pero yo creo que Europa está dispuesta a lograr la soberanía de software y de hardware. Yo creo que lo conseguiremos.P. Otra de las cosas que ha pasado con Trump es que muchos científicos europeos afincados allí que se plantean volver. ¿Está tanteando a alguien?R. Yo volví antes de que esto sucediera, por tanto, no me incluyo directamente, aunque desde que ganó Trump vi cosas en Meta que no me acababan de convencer. Por ejemplo, se cancelaron los esfuerzos en diversidad e inclusión, cuestiones de las que yo me ocupaba. Mis compañeros de Google, Amazon o Tesla te decían lo mismo. Hay gente que se siente incómoda en sus trabajos y estudiantes que no podrán hacer sus doctorados. Si hay algún perfil en particular que alguno de nuestros equipos considere importante, podemos hablarlo. Nosotros siempre buscamos el mejor talento. P. Un centro de supercomputación consume mucha energía. ¿Cómo enfoca el BSC-CNS la cuestión medioambiental?R. En primer lugar, el 100% de energía que gasta el MareNostrum 5 es 100% renovable. Por otra parte, el edificio es realmente eficiente, todo está diseñado para optimizar la energía. Obviamente, gastamos mucha energía, con picos de unos 10 megavatios (MW), pero también es verdad que tenemos oscilaciones, no siempre estás usando todas las GPU. Me gustaría destacar que esto no es un centro de datos, no estamos sirviendo tráfico de vídeo de YouTube o procesando compras de Amazon. Aquí hacemos ciencia. Quiero creer que la energía que consumimos está invertida correctamente.

Cristian Canton, del BSC: “Es crítico tener los datos en suelo europeo, gestionados por nosotros” | Tecnología
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