La recompensa más satisfactoria de romper una cadena de silencio, es la liberación: Leslie LeBarón.

Renacer en vida, es la temática que nos ofrece la autora Leslie LeBarón, quien recientemente presentó su primer libro “De Cicatrices y raíces: Alas para renacer “, se trata de una autobiografía en la cual comparte su proceso de sanación frente al duelo y su decisión de romper el silencio para atreverse a hablar del suicidio.

En este artículo, la autora nos comparte los suceso que marcaron su vida y la liberación que significó para ella el compartir su historia.

“Siempre me ha apasionado la escritura, desde que tengo memoria tenía una colección de diarios, siempre fue mi sueño escribir un libro y jamás imaginé que iba a ser mi autobiografía”, comentó en entrevista.

De acuerdo con palabras de la propia Leslie, la aportación principal de su obra es abrir una puerta para tratar los temas difíciles e incluso tabú al interior de las familias.

“Quise hablar de mi experiencia de vida para ayudar a otros: perdí a dos de mis hermanos, se quitaron la vida, y yo misma tuve un intento fallido.
Al romper el silencio me sentí liberada y eso se está reflejando en mi estado de salud y mi paz mental”, comenta la escritora.

La autora, comparte que desde pequeña ha luchado por su bienestar físico y mental: “He lidiado con muchas pérdidas en mi vida, iniciando con la pérdida de mi salud a los 11 años, me diagnosticaron diabetes tipo 1 e hipotiroidismo a los 20”.
Leslie LeBarón mencionó que además de la enfermedad, durante su infancia le fue difícil sobrellevar el divorcio sus padres, entre otros acontecimientos que le dificultaron tener una vida estable.

“Me era difícil trabajar en un proyecto personal porque las cuestiones de salud siempre estuvieron muy marcadas. Vengo de una familia numerosa, somos ocho hermanos y por la situación en la que yo crecí, evitaba externar mis necesidades básicas, yo no quería darle más cargas a mi mamá y se formó un patrón de no expresar mis emociones, a los 11 años me diagnostican diabetes y comencé a recibir la atención que no había recibido antes, pero aún así no expresaba mis sentimientos.
A los 17 años intenté suicidarme, lo único que quería era acabar con el sufrimiento. Al lidiar con enfermedades crónicas siempre está un constante sentimiento de ser una carga para los demás.
Llegó un punto en donde dije : no más , necesito trabajar en mí, hacer un cambio real, donde ya no manifieste sufrimiento y constante lucha. Ahí inició este despertar y esta necesidad de contar mi historia, porque yo era una persona que no hablaba con nadie de mis problemas”.

La escritora señala que durante el proceso de escritura de su libro, cruzó por su mente el miedo a sentirse juzgada o rechazada por lo que estaba compartiendo. “Fue muy liberador, el poder crear la vulnerabilidad de decir esta soy yo y así pasaron las cosas”, dijo emocionada.

Sobre su incursión en el oficio de escritora, la autora reveló que pasó seis años con la idea fija en su mente de escribir un libro, pero no fue sino hasta el 2024 que puso manos a la obra .

“Llegaban bloqueos mentales constantes y supe que había temas que aún necesitaba sanar para poderlos proyectar, inicié un diplomado en tanatología, después un diplomado en terapia Gestalt y un diplomado en logoterapia.

Una vez que escribí la historia, la dejé descansar tres semanas, después de eso, fue todo muy rápido “, comentó.
De acuerdo con Leslie, la salud mental es un aspecto primordial en la vida de todo ser humano que debe ser cuidado y cultivado; en su opinión , las personas no deben minimizar los síntomas de enojo o desánimo.

“A veces minimizamos lo que nos sucede pero es importante reconocer las emociones y darles un lugar, que la vida cotidiana no nos impida hacer una pausa para procesar lo que estamos sintiendo, las pérdidas viene con un proceso de duelo y son emociones que hay que validar y ordenar”, aseveró.

Finalmente, ante los retos de la vida, la autora nos invita a encontrar alegría en las cosas del día a día, cultivar el sentimiento de agradecimiento, estar presente en cada momento, así como buscar redes de apoyo confiables para compartir los problemas del cotidiano.

“Es súper importante externar, tener con quien hablar las cosas que nos suceden, trabajar en nuestra salud mental”, concluyó.

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