El Gobierno apunta a Red Eléctrica y a las compañías generadoras como responsables del apagón del 28 de abril. La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, ha señalado este martes en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que hubo empresas que actuaron de forma “indebida” en el momento de la desconexión general. Y apunta a que Red Eléctrica de España (REE, con un 20% de capital público) no fue todo lo previsora que debía.En una larga exposición sobre las conclusiones del incidente, la número cuatro del Ejecutivo ha explicado que el operador del sistema eléctrico no programó toda la generación necesaria para controlar un episodio de sobretensión, que a la postre provocó la caída de todo el sistema.“Había parque de generación suficiente para responder”, ha señalado Aagesen para dejar claro que el problema no era de falta de generación —como temieron quienes, en la fase más cruda de la crisis energética de 2021 y 2022 temieron un apagón a gran escala—, sino de que Red Eléctrica no programó toda la que debía el día anterior ni durante las horas previas al incidente. Centrales disponibles había, más que de sobra, pero el gestor no las contempló en su programación.Pero, además de culpar a la compañía presidida por Beatriz Corredor, el Gobierno también ha apuntado a actuaciones “indebidas” de las compañías generadoras. Por dos razones. Por un lado, que las plantas de generación síncrona (ciclos combinados, nucleares o hidráulicas) no estaban absorbiendo tensión como debían, lo que contribuyó a la sobretensión que provocó el apagón.En una suerte de descargo de responsabilidad, el Gobierno niega que este informe “no es un juicio”, por lo que ha descartado en este punto dimisiones, en respuesta a si el Ejecutivo había solicitado ya la dimisión de la presidenta de Corredor.Responsabilidad de las eléctricasPor otro lado, Aagesen también ha señalado que algunas de las centrales que se desconectaron por las sobretensiones que había a las 12.33 no debieron hacerlo, según los rangos que exige la operación del sistema. De nuevo, esto sitúa a las compañías eléctricas, las generadoras, como corresponsables del apagón.La vicepresidenta tercera ha comenzado su comparecencia advirtiendo de que el informe, que se hará público esta misma tarde, no ha logrado toda la información solicitada a las partes implicadas. Además, ha dicho, hay datos anonimizados por razones de confidencialidad. Sin embargo, el hecho de decir que hubo centrales que no absorbieron potencia reactiva como debían es apuntar directamente contra las grandes eléctricas: Iberdrola, Endesa, Naturgy o EDP, que suman casi todo el parque de generación tradicional.En el análisis, Aagesen concluye que el apagón se produjo por un problema multifactorial. Pero ha apuntado a la escasa regulación de tensión por mala planificación (en clara alusión a REE) y porque varios operadores no la estaban regulando como debían (en referencia a las eléctricas).Centrales que incumplieronDe las 10 centrales programadas por Red Eléctrica para dar seguridad de suministro por restricciones técnicas, según Aagesen, “todas y cada una de ellas tenían algún grado de incumplimiento” respecto de su deber de absorber potencia reactiva.Otra central programada para ese día aseguró la tarde anterior que estaba indisponible, ante lo cual REE dijo que sus cálculos les decían que no hacía falta más. Sin embargo, minutos antes del apagón mandaron arrancar una nueva planta —un ciclo combinado de gas, la tecnología de más rápida respuesta en situaciones como esta—, que, sin embargo, no pudo estar disponible hasta las dos de la tarde. El apagón ya se había producido casi una hora y media antes.Falta de generación síncronaLa falta de generación síncrona, siempre según la vicepresidenta del Gobierno, ya provocó sobretensiones en la mañana del 28 de abril. La actuación del operador del sistema también contribuyó a que esta tensión aumentara porque tuvo que controlar fuertes oscilaciones de frecuencia, mallando la red y cerrando la exportación a Francia, algo que permitía controlar las oscilaciones pero contribuía a más tensión.En el momento previo al apagón, la tensión era muy elevada y sostenida, lo que provocó las desconexiones de las generadoras. Empezaron a desconectar por Granada, Badajoz, Segovia, Huelva o Cáceres. De esos disparos por seguridad, algunas saltaron de manera indebida, ha recalcado Aagesen, apuntando a un segundo foco de responsabilidad de las eléctricas.Las citadas desconexiones fueron, según ha remarcado la número cuatro del Ejecutivo, un fenómeno en cadena, imparable, que evitó que se pudiera controlar el apagón. En estas circunstancias, los cortafuegos con los que se trata de circunscribir este tipo de fenómenos a áreas o zonas concretas —se intentaron hasta seis deslastres, todos ellos fallidos— fueron del todo insuficientes.Descartado definitivamente el ciberataque como causa del apagón, el estudio identifica, en cambio, “vulnerabilidades” de esa índole en diferentes etapas del sistema eléctrico español.Presenta su informe 49 días antesEn pleno huracán por el caso de presunta corrupción que afecta a los dos últimos secretarios de organización del PSOE, la investigación sobre el gran apagón del 28 de abril se ha acelerado. La vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, ha presentado esta mañana el informe del Comité para el análisis de las circunstancias que concurrieron en la crisis de electricidad del 28 de abril de 2025 al Consejo de Seguridad Nacional, para su aprobación. Aunque tanto las autoridades españolas como las europeas habían dado algunos detalles de lo ocurrido —las oscilaciones previas en el sistema eléctrico continental, los episodios de sobretensión en el sur y suroeste de España que precedieron al primer cero eléctrico nacional de la historia o el fallo en los cortafuegos, que impidió encapsular el problema en algunas zonas o regiones para evitar el desenlace final—, la opinión pública seguía sin conocer toda la secuencia de acontecimientos. Algo que, según ha adelantado el ministerio, se conocerá este martes.El pasado 21 de mayo, la vicepresidenta Tercera y ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, aseguró en el Senado que su intención era presentar el informe final sobre el apagón en tres meses. Es decir, antes de agosto. Esto significa que la investigación que lidera el Gobierno se ha acelerado y llega casi mes y medio antes del plazo que se dio el comité de análisis de la crisis eléctrica.Más informaciónLa presentación oficial del informe llega después de que, en las últimas jornadas, se hubiesen acelerado, también, las reuniones del comité de investigación que creó el propio Ejecutivo tras el apagón. Ese acelerón ha coincidido con la publicación de las grabaciones que inculpan a Santos Cerdán, último secretario de Organización del PSOE. Desde el pasado viernes se han celebrado tres reuniones del comité creado por el ministerio, y formado principalmente por cargos del Gobierno, para averiguar las causas del apagón total: una el viernes, otra el domingo y otra más el lunes.El Gobierno español disponía de un plazo máximo de tres meses (a contar desde el pasado 28 de abril, el día del mayor apagón de la historia reciente de España y uno de los mayores de Europa) para notificar a Bruselas las causas del incidente, el impacto que tuvo y las mejoras posibles identificadas. Después, las autoridades comunitarias cuentan con otros tres meses de plazo, hasta finales de octubre, para hacer público su informe, aún más exhaustivo.Este martes por la noche, a las 21.00, Aagesen tiene previsto reunirse en Lisboa con su homóloga portuguesa, la ministra de Energía y Medio Ambiente Maria de Graça Carvalho. Tal y como adelantó EL PAÍS, ambas han urgido en las últimas semanas tanto a Francia como a la Comisión Europea a acelerar en el desarrollo de interconexiones eléctricas entre la península Ibérica y el resto del continente europeo, que París lleva años bloqueando. La mayoría de especialistas considera que, de haber tenido un mayor grado de interconexión, la probabilidad del apagón habría sido menor y la reposición del servicio, notablemente más rápida.

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