El Gran Canaria se quedó con las ganas de ganar la Eurocup después de perder el segundo partido en su cancha de Las Palmas frente al Hapoel Tel Aviv que jugó una eliminatoria impecable. Después de dominar en Bulgaria en el primer partido, volvió, el equipo de Itoudis, a imponerse con claridad a los canarios, llevando la batuta de principio a fin. A pesar de la fe que le puso el equipo español, entre Antonio Blakeney y Johnathan Motley machacaron con su juego a la defensa.Tras un parcial inicial de 4-14, todo el juego de los locales se centró en intentar reducir esa diferencia. El marcador se fue estirando y encogiendo, pero siempre a impulsos del juego israelí. Fueron ellos los que dirigieron la orquesta, y aunque hubo momentos, sobre todo en el comienzo del segundo tiempo, en los que pareció que los amarillos podían revertir la situación y forzar el tercer partido, cada vez que aparecían las estrellas del Hapoel se tenían que rendir a la evidencia.El momento más brillante de los canarios se produjo después del primer gran bajón. Con 25-39 en el marcador, un arranque de personalidad de los hombres de Jaka Lakovic se tradujo en un parcial de 13-0 que acercó al Gran Canaria a dos puntos (37-39), y la posibilidad de empatar e incluso ponerse por delante, pero la reacción se cortó de golpe tras un tiempo muerto solicitado por el técnico griego del Hapoel. Se llegó al descanso con un, todavía esperanzador, 44-53, pero con un déficit importante en lanzamientos de tres.Más informaciónSin embargo, la consigna en el comienzo de la segunda mitad fue la de ponerse las pilas en esa faceta. Shurna y Ngouma acataron las órdenes y los porcentajes de tiro aumentaron. De nuevo el Gran Canaria se acercó a dos puntos (61-63), pero a partir de ese momento languideció su juego, apareció la mejor versión de Blakeney (27 puntos), dos más que Motley, y el esperanzador comienzo se desvaneció. Durante algunos minutos el parcial favorecía a los canarios, pero hasta esa ventaja se esfumó.Ya se barruntaba durante los primeros minutos del último cuarto, que la hazaña de forzar el tercer partido se estaba volviendo imposible, y aunque en un arranque de dignidad, que nunca les faltó a los hombres de Lakovic, consiguieron rebajar la diferencia a siete puntos en el último minuto, después de haberse disparado hasta los 19, no les dio para más. El Hapoel de Tel Aviv, que aspira a convertirse en la sombra permanente del casi todopoderoso Maccabi, celebró sobre la cancha del pabellón canario su primer título europeo con los 150 ruidosos seguidores que les acompañaban en las gradas, con otros tantos, sin entrada, esperando en las puertas. Para Dimitris Itoudis, su entrenador, es el tercer trofeo continental que levanta después de dos euroligas.

Shares: