El junio que acaba de terminar se ha cerrado por todo lo alto: con una ola de calor que ha batido varios récords de máximas en España. Pero, durante todo el mes, las temperaturas han estado muy por encima de lo normal en el país. En concreto, 3,5 grados Celsius más que la media de los junios del periodo comprendido entre 1991 y 2020, algo realmente insólito. Finalmente, la temperatura media de este junio ha sido de 23,6 grados, según los datos facilitados por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que califica de “extremadamente cálido” el mes. Se trata del junio más caluroso que ha registrado este organismo hasta ahora (sus datos arrancan a mediados del siglo pasado). Y pulveriza por mucho cualquier marca anterior: los junios más cálidos hasta este momento habían sido casi empatados los de 2003 (con 22,6 grados) y 2017 (22,8). En un universo de datos en el que los récord se miden en décimas o centésimas es reseñable que este junio rompa la anterior marca casi por un grado de diferencia. Cuando faltaban diez días para que acabara el mes, Rubén del Campo, portavoz de Aemet, ya advertía de que, con los datos en la mano de lo registrado hasta ese momento y los pronósticos que tenían para el resto del mes, junio iba a ser de récord, como ha terminado ocurriendo. Los dos junios más calurosos hasta ahora son realmente simbólicos en Europa para la historia de la lucha contra el cambio climático y los daños a la salud que causa el calentamiento provocado por el ser humano, fundamentalmente, con la quema de combustibles fósiles. En junio de 2017 se produjo el tremendo incendio de Pedrógão Grande, en Portugal, que mató a 64 personas. Ese fuego fue el sustento de la histórica demanda de un grupo de chicos portugueses que logró sentar en el banquillo del Tribunal Europeo de Derechos Humanos a 33 países acusándoles de falta de acción contra el cambio climático.Por su lado, el verano de 2003 supuso un punto de inflexión en la conciencia sobre los peligros para la salud del calor, que dejó decenas de miles de muertes en Europa. La mortandad asociada a las temperaturas extremas aquel estío en el continente fue de unas 35.000 personas, de las cuales más de 10.000 fallecieron en Francia y 6.500 en España. Al año siguiente, España puso en marcha el plan sanitario de avisos ante las altas temperaturas, que busca mantener alerta a la población frente a los episodios de calor para minimizar los impactos sobre la salud, sobre todo, en los colectivos más vulnerables. Pues bien, este junio ha sido tan extraordinario que todos los días del mes, salvo tres, ha habido avisos de riesgo para la salud por altas temperaturas. El sábado 28 de junio, en plena ola y cuando se batieron varios récord de altas temperaturas, fue la jornada en la que había más avisos activos: 111 de las 182 zonas de meteosalud en las que se divide a España en este sistema de avisos del Ministerio de Sanidad. Las zonas de meteosalud son áreas de territorio formadas por varios municipios que son homogéneas en cuanto al comportamiento de las temperaturas diarias. Y para lanzar las alertas se tienen en cuenta los datos estadísticos sobre las temperaturas a partir de las que se dispara de manera reseñable la mortandad en cada una de esas áreas. La zona que ha estado más días con avisos de riesgo para la salud este junio ha sido la denominada “centro de Huesca”, con 27 días de los 30 del mes, seguida de “sur de Huesca”, con 26. El colofón de junio ha sido la ola de calor que arrancó el sábado y se prolongará hasta el jueves, según los últimos cálculos de Aemet. No es tampoco normal una ola en junio, al menos, si se toman como referencia los 50 años de datos que tiene registrados la agencia meteorológica. Desde 1975, Aemet tiene contabilizadas 75 olas de calor en la España peninsular y 57 en Canarias. El cambio climático ha vuelto estos episodios más frecuentes e intensos en España. Además, también se aprecia que empiezan cada vez antes: entre 2024 y 2000, se han registrado nueve olas de calor iniciadas en junio en la España peninsular. Mientras que entre 2000 y 1975 Aemet solo tiene contabilizadas dos. Es decir, cada vez llegan antes, algo que los expertos achacan directamente al cambio climático.Pero lo que está ocurriendo en la España peninsular —y también en Canarias, aunque no se ha llegado al nivel para declarar oficialmente una ola de calor— no es algo excepcional. Gran parte del sur y centro de Europa están sufriendo también en los últimos días temperaturas por encima de lo normal, lo que está activando las alertas. “Las condiciones de calor y temperaturas muy superiores a la media están afectando actualmente a muchas partes de Europa Occidental, partes de América del Norte, África del Norte, Oriente Medio y Asia Central”, ha advertido este marte la Organización Meteorológica Mundial.Este organismo, dependiente de la ONU, explica que en Europa occidental y suroccidental, tanto “las temperaturas mínimas (representativas de las condiciones nocturnas) como las máximas (que suelen producirse durante la tarde) batieron los récords mensuales de las estaciones para junio en algunos lugares”. Además, las temperaturas de la superficie del mar del Mediterráneo también “son excepcionalmente cálidas para la época del año”, algo que se nota luego tierra adentro con las máximas que se están registrando. Según Aemet, el Mediterráneo está entre 5 y 6 grados por encima de los valores normales para esta época del año.Si se observa el conjunto de la superficie del planeta, junio de nuevo aparece como un mes muy cálido. Así se refleja en los datos que ofrece el servicio europeo Copernicus, que sitúan el pasado mes como el tercer junio más caluroso registrado hasta ahora, solo por detrás del de 2023 y 2024, que ocupan el segundo y primer lugar respectivamente.

El junio más caluroso: el abrasador mes explicado en seis gráficos | Clima y Medio Ambiente
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