Nadie esperaba que el príncipe Enrique viajase a comienzos de esta semana a Londres para personarse en el Alto Tribunal de Apelación, donde el martes comenzaba la vista judicial que le enfrenta al Gobierno en lo que respecta a su seguridad cuando pisa suelo británico. Pero menos se esperaba que, tras concluir los dos días de vista en la Corte, el hijo pequeño de Carlos III se trasladase hasta Ucrania. Este jueves 10 de abril, el duque de Sussex se desplazó por sorpresa hasta la ciudad de Leópolis, donde visitó el Centro Superhumans, una clínica ortopédica que trata y rehabilita a militares y civiles heridos en la guerra con Rusia, que ya dura más de dos años.En el lugar, situado al oeste de la ciudad, Enrique de Inglaterra pudo hablar con los pacientes y el personal que trabaja allí para ayudar a las víctimas de la contienda. Tal y como han informado medios británicos, estuvo acompañado en todo momento por miembros de la Fundación Invictus Games, creada por el príncipe en 2014. Entre ellos, le acompañaron cuatro veteranos que han pasado por experiencias de rehabilitación similares a la de los pacientes que se encuentran en el centro ucranio. Junto a él, también estuvo la ministra ucrania para Asuntos de los Veteranos, Natalia Kalmykova. Aunque esta visita no fue privada, por protocolo de seguridad no se comunicaron los detalles de la misma hasta que el hijo del monarca británico no abandonó el país.Más informaciónAndriy Stavnister, fundador de Superhumans, explicó tras la marcha del príncipe que la visita se precipitó tras una reunión durante los Juegos Invictus que se celebraron en Canadá el pasado mes de febrero. “Es increíblemente receptivo y emocionalmente generoso; nada de rituales reales. Abrazó a todos, encontró un cumplido para cada uno, recorrió el centro con atención y genuino interés”, afirma en unas declaraciones recogidas por The Times. “Esta es mi primera visita a Ucrania y, definitivamente, no será la última. Venir al Centro Superhumans y ver la increíble rehabilitación y atención que se brinda aquí, bajo un mismo techo, es simplemente increíble”, fueron las palabras que pronunció el hijo del rey durante la visita, según contó Stavnister al medio británico.Con esta visita relámpago a Ucrania, el duque vuelve a demostrar el estrecho vínculo que mantiene con lo que respecta a los veteranos. Cabe recordar que durante 10 años el príncipe Enrique sirvió en el Ejército británico y que, tal y como él mismo afirmó en su biografía En la sombra, en esta etapa llegó a matar a 25 talibanes en Afganistán —donde sirvió en dos ocasiones— “como si fueran piezas de ajedrez”. Pero en un momento dado, el Gobierno británico se vio obligado a evacuarlo cuando la Inteligencia alertó del serio peligro que corría si continuaba en primera línea del conflicto.El príncipe Enrique durante la visita al Centro Superhumans, en Ucrania, el 10 de abril de 2025. Superhumans Centre (via REUTERS)Lo que es seguro es que no ha visitado territorio ucranio como representante de la corona británica, ya que desde 2020 no es miembro en activo de la familia real. Pero sí se ha convertido en el segundo de los Windsor en viajar hasta el país en guerra. La primera fue, hace poco menos de un año, su tía, Sofía de Edimburgo. En aquella ocasión, la mujer del príncipe Eduardo se reunió con el presidente Volodímir Zelenski y su esposa, Olena Zelenska, y visitó el Centro de Ayuda a los Supervivientes de las Naciones Unidas en Kiev. Él ha viajado hasta Ucrania como fundador de la Fundación Invictus Games, que nació hace más de una década con el objetivo de “rendir homenaje al coraje y la resiliencia del personal del servicio herido y enfermo, y a los veteranos”, según sus propias palabras, y que pronto pasó a ser “una organización internacional construida sobre la esperanza, la fuerza y la unidad”.Cuando se apartó de sus obligaciones reales, la reina Isabel II decidió despojarle también de sus honores militares. Allí donde iba, California, no los necesitaba. De hecho, tras el fallecimiento de su abuela en septiembre de 2022, no pudo lucir el uniforme militar en el cortejo fúnebre que acompañó el féretro de la reina desde el palacio de Buckingham hasta la abadía de Westminster. Se trata de un distintivo reservado únicamente para los miembros en activo, situación solitaria en la que también se encontró su tío, el príncipe Andrés. Finalmente, el ya rey Carlos III sí que le autorizó el uso de la indumentaria durante la vigilia de los príncipes, aunque se le retiró las iniciales de la reina “ER”. Sin compromisos oficiales y alejado de la Corona, Enrique de Inglaterra ha encontrado a través de su fundación el modo de seguir vinculado, a su manera, a proyectos sociales.El príncipe Enrique posa junto al personal y los pacientes del Superhumans Center, una clínica de ortopedia en Leópolis (Ucrania).St_IOANNA1 (AP)Esta visita sorpresa llega después de que compareciese en las vistas celebradas el pasado martes y miércoles en lo que respecta a la contienda que libra contra el Gobierno británico en su reclamación de seguridad policial para él y su familia cuando visiten el Reino Unido. Será en las próximas semanas cuando se conozca la resolución de los tres magistrados que valoraran el recurso de apelación después de que su petición de protección fuera rechazada hace un año por el Tribunal Superior de Justicia de Inglaterra y Gales. La letrada Shaheed Fatima recordó que “la seguridad y la vida” del hijo menor de Carlos III “están en juego”: “Hay una persona sentada detrás de mí a quien le dicen que va a recibir un proceso especial a medida cuando conoce y ha experimentado un proceso que es manifiestamente inferior en todos los aspectos. Su presencia aquí y durante esta apelación es una potente ilustración, si fuera necesaria, de cuánto significa para él y para su familia este recurso”.

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