La gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila Olmeda, y su esposo, Carlos Torres Torres, confirmaron este fin de semana que el gobierno de Estados Unidos les revocó sus visas de no inmigrante. La noticia fue dada a conocer primero por Torres Torres y, horas después, por la propia mandataria estatal, quien divulgó su postura a través de redes sociales y comunicados oficiales.La medida, aplicada en primer término al esposo de la gobernadora y después a ella, ocurre en un contexto binacional relevante para la entidad, dado el papel estratégico de Baja California como estado fronterizo con California, Estados Unidos. Medios locales destacan que se trata de la primera vez que una persona en funciones como gobernadora de Baja California pierde su visa estadounidense.En su posicionamiento, Marina del Pilar Ávila Olmeda expresó: “Mi esposo, Carlos, ha enfrentado una situación, y como en toda vida compartida, esa circunstancia también me ha alcanzado. Poco tiempo después de la medida consular que le fue aplicada a él, recibí una notificación similar. Estoy segura y confío plenamente que la situación se va a aclarar satisfactoriamente para ambos”. Mi respaldo hacia él no es solo personal, es moral y es político. Porque sé quién es y porque nunca ha dejado de dar la cara ni de asumir con responsabilidad lo que no le toca.Ávila Olmeda también hizo un llamado a la serenidad y la responsabilidad institucional: “Les informo a todos los ciudadanos de Baja California que esta situación se da en un contexto binacional complejo que requiere templanza y cordura de mi persona. Lo he dicho en reiteradas ocasiones, gobernar mi estado es un orgullo, y lo seguiré haciendo con el corazón por delante, con mi conciencia tranquila, mi gobierno seguirá trabajando incansablemente para atender los retos que enfrentamos en beneficio de las y los bajacalifornianos”.Por su parte, Carlos Torres Torres, quien ocupa cargos honorarios en el gobierno estatal y en el Ayuntamiento de Tijuana, detalló que la revocación de su visa fue notificada por autoridades consulares estadounidenses y que responde a “disposiciones internas del Departamento de Estado”. Mi conciencia está tranquila y estoy seguro que se resolverá la situación de manera favorable. En la actualidad, la aplicación de estos criterios administrativos se ha vuelto cada vez más común, y como tantos otros, estoy incluido en ese universo.El esposo de la gobernadora aseguró que este procedimiento “no representa acusación, investigación ni señalamiento formal por parte de autoridad alguna, ni en México ni en Estados Unidos”. Además, informó que ha contactado a un especialista en derecho migratorio internacional para evaluar opciones legales, como la presentación de una moción para reabrir o reconsiderar la decisión o iniciar un nuevo proceso de solicitud de visa.Torres Torres también se refirió al impacto personal y político de la medida: “Hago pública esta información con responsabilidad y transparencia, no solo para evitar especulaciones, sino también para limitar el uso malintencionado de esta situación por parte de adversarios políticos. Créanme: se trata de personas sin límites ni escrúpulos, dispuestas a convertir cualquier hecho en calumnia si creen que les dará ventaja”. Y concluyó: “Lamento profundamente que esta situación haya tenido consecuencias para mi esposa, Marina del Pilar, quien -a pesar de no haber provocado nada- la ha enfrentado con serenidad, firmeza y sin perder nunca la empatía que la define”.Hasta el momento, el gobierno de Estados Unidos no ha revelado públicamente las razones específicas para la revocación de las visas, ni si existen implicaciones legales o diplomáticas adicionales.

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