El orden público en el país se encuentra deteriorado. “La situación es delicada en algunos lugares debido a la acción de grupos armados organizados y es muy crítica en siete regiones. Una es el Catatumbo, donde hubo 56.000 desplazados, 23.000 confinados y un centenar de asesinados en un corto tiempo y en un área pequeña. El otro es el cañón del Micay, en el Cauca, donde persiste una amenaza que ya transita a ser más terrorista, con atentados. Las otras regiones con graves problemas de orden público son Chocó, el sur de Bolívar, Arauca, Putumayo, Caquetá y algo de Meta y Guaviare”, así lo define el ministro de Defensa, general en retiro de la Fuerza Aeroespacial de Colombia Pedro Sánchez Suárez.En diálogo con este cronista para EL TIEMPO, el ministro analiza qué origina la situación. “Por un lado, el crecimiento de grupos armados criminales, algunos traicionando esa voluntad genuina del Presidente para una paz total. Otro factor es el narcotráfico. Se aumentó la producción de cocaína en Colombia enormemente. Según las Naciones Unidas, 2.600 toneladas de cocaína se produjeron el año pasado, a pesar de que incautamos 881 toneladas, la más grande que ha tenido Colombia en un año. Esa capacidad de acción criminal se debe a cuatro fenómenos importantes, el principal es el narcotráfico. Luego le sigue el contrabando, la minería ilegal y, el último, la corrupción”.¿Y todos están interconectados?Claro, pero quiero resaltar la interconexión de dos, que les dan una capacidad económica muy fuerte a esos grupos. Un kilo de cocaína lo vende un bandido en unos 3.000 dólares. Luego llega a Estados Unidos, al narcotraficante que sea, y ya vale 30.000 dólares. Y en cigarrillos se podría multiplicar casi por 10 la utilidad. Y mientras venden droga, llegan armas. Ese panorama, que es bien crítico, es un conflicto social. Por ende, la solución no es netamente militar o policial. Cuando uno va a combatir el narcotráfico encuentra que hay campesinos y familias modestas que viven de eso.¿Y eso es lo que pasa en el Catatumbo?Fuimos allá para conocer el problema de fondo. Yo en esa zona volé cuando era capitán y muchas veces recibí fuego. Un disparo me impactó en la pierna derecha. Y en ese momento leía un cuaderno de los niños que estudiaban allá y prácticamente nos veían a nosotros, al Estado colombiano, como invasores. Llevan tanto tiempo allá los criminales que el niño ve a su papá no como un guerrillero de las Farc o del Eln, sino como el que pelea por él y le trae su comida. Es un problema social muy complicado.Ministro de Defensa, Pedro Sánchez. Foto:César Melgarejo.¿Pero a pesar de esa complejidad, cree que la solución es posible pronto?Sí, nosotros en la estrategia, en el arte de la seguridad y defensa nacional, siempre hemos dicho que quien gane a la población va a ganar el conflicto. Y la estrategia, entonces, apunta a que un 30 % sea solución militar y policial y un 70 % sea acción unificada del Estado. Es decir que intervenga todo el Estado. Pero para que eso ocurra es fundamental construir confianza.La estrategia, entonces, apunta a que un 30 % sea solución militar y policial y un 70 % sea acción unificada del Estado. Es decir que intervenga todo el Estado. Pero para que eso ocurra es fundamental construir confianza.Pedro SánchezMinistro de DefensaEl jueves, el presidente Petro y usted se reunieron con la señora Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional de los Estados Unidos. ¿Cuáles fueron los temas?Fundamentalmente, sobre el tema de erradicación. Y le planteamos con el Presidente que es un problema social, que el glifosato es legal, lo utilizan los agricultores. Pero el campesino simplemente cambia, migra, se vuelve nómada para cultivar en otro lado. Y ese es un comportamiento social. Ellos entienden eso y creo que vamos a tener muy buenos avances. Y eso significa que la acción integral del Estado puede funcionar.¿Ellos entienden eso qué significa?Entienden esa acción unificada del Estado para que haya confianza y resultados. Los hechos tienen que hablar más que las palabras. Y en el Catatumbo, por ejemplo, ahora quieren que nosotros volvamos. En este momento la población está de nuestro lado, pero si no es así, pues pasa lo mismo que ocurrió hace unos cuatro años cuando nos sacaron de allá, o lo que ha ocurrido en el Cauca. Si no nos ganamos a la población, pues nos sacan de allá. Nosotros somos buenos y estamos entrenados para combatir contra un enemigo. Pero contra una multitud de tres mil personas, donde colocan niños, mujeres embarazadas, ancianos al frente, a empujarnos, a sacarnos, no podemos hacer nada.¿Y eso es lo que está ocurriendo?En el Catatumbo, en este momento, la población quiere que nosotros los protejamos y les recuperemos el territorio. A pesar de eso, allá ha sido muy complejo ganarnos a la población. El ministro de Defensa Pedro Sánchez Suárez, saluda a un soldado. Foto:Cortesía¿Por qué?Porque existe odio aún en las bases sociales.¿Odio?Odio entre las bases sociales. Después de 56.000 desplazados, 23.000 confinados y más de un centenar de asesinatos, de los cuales la mayoría eran campesinos que cultivaban, quedan de alguna manera unas heridas muy fuertes y muy abiertas que pueden generar conflictos futuros, y se requiere una reconciliación fuerte. Cuando yo estuve allá, en algún momento les preguntaba: ¿hay alguien que esté de acuerdo con que el Eln esté aquí? Ninguno levantó la mano, excepto cuando les dije que debíamos ponernos de acuerdo en lo básico, en lo que dice la Constitución y la ley, en el sentido de que la única fuerza legítima del Estado son las Fuerzas Militares y la Policía Nacional. La población quiere regresar a sus tierras, quiere transitar a la legalidad, quiere cultivar productos que no originen temor de venderlos o de que los asesinen. Y esa es la ganancia más importante, porque la población y las instituciones del Estado estamos alineadas en expulsar a los criminales.Pero la situación en el Catatumbo, que es muy complicada y difícil, ¿es superable?Lo es, totalmente superable.¿Pero tardará tiempo, no es cierto?Sí, sí tardará tiempo. Pero es totalmente superable.¿Y cómo proyecta solucionar la crisis del Catatumbo?Yo tengo ahí dos responsabilidades importantes. La primera es asegurar que la estrategia militar y policial se cumpla. Y la segunda, lograr la articulación, junto con el ministro del Interior, para que la acción unificada del Estado, es decir, las estrategias política, económica y social, se articulen correctamente.¿Cuál es la estrategia militar que se debe cumplir?Tiene cuatro fases. La primera, salvar vidas, que fue al inicio y consistió en rescatar a las personas que iban a asesinar, que eran campesinos. A unas 750 personas les salvamos la vida.La cifra de desplazados en el Catatumbo supera todos los casos de 2024 a nivel nacional. Foto:César Melgarejo. EL TIEMPO¿Cómo fue eso?Desembarcando tropa en ciertos sitios para contener el avance de los bandidos y extraer a esas personas que venían huyendo o que estaban en alto riesgo en helicópteros. La segunda fase tiene que ver con debilitar la amenaza. En este momento hemos neutralizado a 303 integrantes de ambos grupos. Es la afectación más grande que hemos tenido en la última década, en tan corto tiempo y en un área tan reducida; 303 integrantes del Eln y de las Farc han sido neutralizados desde el 16 de enero.¿Neutralizados quiere decir muertos?Quiere decir desmovilizados, capturados o muertos.¿De las Farc y el Eln?De ambos, de los cuales 70 % han sido Farc, porque la presión de nuestras operaciones ya los desesperaron y decidieron entregarse, pero también porque nosotros hicimos operaciones para lograr recuperar el territorio. Y en esa recuperación pues muchos de ellos se desmovilizaron.¿Y los otros del Eln?Contra el Eln hemos hecho ataques muy fuertes. Ese ha sido el principal objetivo porque contra las disidencias de las Farc hay un cese del fuego bilateral hasta el 15 de abril. Pero eso no significa que, si nos los encontramos en el camino, no los podamos atacar.¿Qué pasará el 15 de abril?Se confirmará si se reanuda el cese del fuego o se termina.¿Y qué cree usted que va a pasar?No hay certeza.¿Por qué?Porque ese grupo ha cometido violaciones al cese del fuego y porque está totalmente fracturado. Operan como un cartel del narcotráfico. Es decir, los del Catatumbo no es que obedezcan o no cumplen lo mismo que los que están en Antioquia o los que están en el Meta o en el Caquetá, porque son una facción que se llama la de ‘Calarcá’ y esa delinque en el Caquetá, algo en el Guaviare, en Norte de Santander, en el sur de Bolívar y en Antioquia. Pero son cada uno por su lado.¿Quién tiene el control territorial?Relativamente la Fuerza Pública lo está recuperando. Y al decir relativamente me refiero a que hay sectores del Catatumbo, no es todo el Catatumbo, donde el Eln o las disidencias de las Farc sí ejerce un control ilegal del territorio.¿Y qué instrucciones tienen las Fuerzas Militares?Desmantelar hasta la más mínima expresión, en este caso al Eln porque no hay cese del fuego con ellos. Y afectar los fenómenos criminales que hay en la zona. Es decir, si encontramos en flagrancia a miembros del frente 33 de las Farc, los debemos capturar. Lo único que no podemos hacer son operaciones ofensivas. Si encontramos que están secuestrando, extorsionando o si incluso nos encontramos con ellos y están armados, la orden es emplear la fuerza legítima del Estado contra una amenaza inminente porque está en riesgo la vida de los soldados.Si encontramos que están secuestrando, extorsionando o si incluso nos encontramos con ellos y están armados, la orden es emplear la fuerza legítima del Estado contra una amenaza inminente porque está en riesgo la vida de los soldadosPedro SánchezMinistro de Defensa.Confieso que no le entendí qué va a pasar el 15 de abril…De todos los grupos que hay delinquiendo en Colombia, solamente con un grupo hay un cese del fuego. Ese grupo son las disidencias de las Farc, comandadas por el cabecilla alias Calarcá. Ese grupo delinque en Santander, el sur de Bolívar, Caquetá, Guaviare y Antioquia. Al Presidente de la República le tenemos que presentar antes de esa fecha cuál es la situación de ese cese del fuego.¿Y cómo ha sido?Pues los registros que tenemos es que hay una violación permanente al cese del fuego. No han cumplido. Entonces, si el Presidente valora esa información con la otra que le pueden dar, determinará si termina el cese del fuego o continúa.¿Cuál es su posición?Que haya más bien una zona, pero con justicia. Unas negociaciones con aplicación de la justicia.No, no le entiendo.Lo explico de otra manera. El Gobierno va a decidir hablar con el otro grupo y en esas conversaciones puede haber cese del fuego o no cese del fuego. Si hay cese del fuego, desde mi perspectiva y por la historia que se tiene, se pondría en grave riesgo a la población. ¿Por qué? Porque se envía el mensaje de que las armas ilegales de las disidencias de las Farc y las armas legítimas del Estado deben evitarse entre ellas. Y al evitar encontrarse entre ellas para que no haya fuego, para que no haya combates, pues le traslada el riesgo a esa población. Una asesora de la ONU me dijo: ‘ministro, por el cese en el Catatumbo prácticamente no hubo ningún soldado ni ningún policía herido, ni cayó en minas, ni fue asesinado’. Y le dije que es cierto, pero ese riesgo se lo trasladamos a casi 100.000 personas en el Catatumbo. Desplazaron a 56.000, confinaron a 23.000 y asesinaron a un centenar. Nosotros como soldados y policías hacemos un juramento y sabemos morir por defender a la población. Ese es nuestro juramento, proteger al país. El cese del fuego permite que el actor criminal e ilegal delinca porque la Fuerza Pública no puede actuar con la misma determinación. Y si uno actúa contra ellos, dirán que está dañando el proceso de paz. Entonces, frente a ese panorama es negociar sin cese del fuego.El cese del fuego permite que el actor criminal e ilegal delinca porque la Fuerza Pública no puede actuar con la misma determinaciónPedro SánchezMinistro Sánchez¿Cómo así?Generar unas áreas en las cuales habría un tercer validador, que sería la ONU, la OEA o la Defensoría del Pueblo, donde haya un monitoreo permanente y no estén delinquiendo los criminales allí, y esas zonas no pueden ser zonas pobladas.¿Pero eso es una negociación entre quién y quién?Entre el Gobierno Nacional y las disidencias, o el grupo armado organizado a través de la oficina del comisionado de Paz, Otty Patiño.La situación es sumamente delicada…Es totalmente compleja, delicada, pero solucionable. Aquí lo que vemos son enfrentamientos entre carteles. ¿Y por qué le digo que es solucionable? Por lo que pasa en el Catatumbo, donde la población ya no quiere depender del narcotráfico y no quiere tener ninguna relación con las Farc ni con el Eln. ¿Por qué? Por esta masacre que ocurrió, pero sobre todo por la confianza que siente que el Estado está actuando seria y articuladamente.Pero mire, señor ministro, se lo digo con todo respeto. La sensación que el país tiene es que la zona del Catatumbo con Tibú y demás poblados es un territorio vedado para la normalidad…Esa percepción, digamos, es en parte cierta. Pero no nos podemos conformar con esa apreciación. Debemos reconocer esos hechos crudos y cambiarlos. De lo contrario, hay una omisión de parte del Estado. Sería un abandono de parte de nosotros y tenemos la obligación constitucional de hacerlo: presencia actuante del Estado. Que es un problema complejo. Sí. Se llama wicked problem (es una expresión en inglés que equivale a problema retorcido).Pedro Sánchez, ministro de Defensa. Foto:Presidencia¿Y qué significa eso?Que hay diferentes actores y factores que interactúan de todas las maneras impredecibles, cuya solución es muy compleja. Requiere un enfoque sistémico, holístico, paralelo o simultáneo, pero que es posible solucionarlo.¿Cómo es el tejido social que usted encuentra allá en el Catatumbo?Se encuentran allá burdeles, se encuentran fiestas, se encuentra rumba… Dicen que luchan por la plata para que no haya pobreza. Es un despilfarro y una vida de lujo absurda. Y a ellos se les mete en la cultura que prefieren tener al menos un año de buena vida, trago, bebidas, música, etc. a tener 30 años, como dicen ellos, “jodiéndose la vida”. Y muchos sienten que el poder está en tener una pistola. Y eso ha degradado el conflicto enormemente. Nosotros hemos recuperado a 27 menores de 18 años. Aquí lo crítico también es que 1 de cada 10 combatientes ilegales de esos grupos es menor de edad. Mire: le entregué la bandera de Colombia a la esposa y al hijo de un soldado asesinado. Ellos lloraban por la pérdida de su papá y de su esposo. Y quien lo asesinó tenía 15 años de edad. Eso fue en Arauca.¿Qué solución le da usted a la grave crisis que se está viviendo en el Catatumbo?Una solución que toma tiempo, pero que es totalmente posible. Una solución que requiere un enfoque integral en el que el esfuerzo militar y policial debe estar acompañado de toda la comunidad del Estado. Y que tiene unas variables a favor. Una, es que la comunidad quiere abandonar el narcotráfico. Cuando uno hace una radiografía en Colombia, hay narcotráfico y violencia. Pero lo cierto es que la solución está. Y se puede dar. Será compleja, difícil y dura. Nos va a costar sacrificios y lágrimas, pero lo vamos a hacer.¿A qué se refiere?Recuperar el control territorial. Estabilizar el territorio y consolidarlo. Recuperar el control del Catatumbo, del Cauca, del sur de Bolívar, de Arauca, de Chocó, y abajo del Caquetá, Putumayo y Guaviare.Esos son los lugares que viven hoy una crisis de orden público en Colombia.Sí señor. Pero también tenemos una cultura que nos perjudica.¿Cuál es?La de desunión, de la corrupción, de la de envidia. Y no lo digo yo, lo dicen los índices de medición de confianza. El Foro Económico Mundial saca unos índices de con quién es más fácil contratar y hay un ítem que dice corrupción. Y a Colombia no le va bien.Al contrario, le va muy mal, ¿no?Muy mal.¿Cómo ve la situación de orden público en Colombia?La veo muy complicada en ciertos sectores, pero con solución. Y al final de año los indicadores de seguridad van a estar mejor que como se recibieron al inicio de año.Al final de año los indicadores de seguridad van a estar mejor que como se recibieron al inicio de año.Pedro SánchezMinistro de Defensa¿La situación más difícil que hay en este momento en materia de orden público en el país es definitivamente el Catatumbo?No. El Cauca.¿Cómo definiría usted la situación del Cauca, señor ministro?En el Cauca veo un comportamiento de carteles del narcotráfico, como en la época de Pablo Escobar, que eran atentados terroristas. Usted los ha visto en los últimos días, en los cuales colocan bombas, ya sean motocicletas o vehículos, lo que sea. Pero también una cultura permeada en ciertos sectores por los traquetos. Por ejemplo, en el cañón del Micay, ¿cuál es la complejidad? A veces uno siente que están tratando a un enfermo que no se quiere dejar curar. En el Cauca, en el cañón del Micay, piden que haya vías, pero los criminales vuelan un puente. Piden un hospital, pero le lanzan granadas al hospital temporal que se puso. Piden educación y minan la escuela adonde van los niños. Piden que llegue el Estado y avance con la seguridad, pero secuestran a 29 uniformados y los ultrajan y los maltratan y los sacan de allá. Es muy complejo, pero nosotros, el Estado, no nos podemos rendir.¿Y por qué, señor ministro? Con todo respeto, las Fuerzas Militares de Colombia no han podido ganar la guerra en esta zona del cañón del Micay.Por la población.Es decir…Es decir que hay población tan cooptada, tan instrumentalizada, tan presionada que, por ejemplo, hace unos 10 años, la gente sacó un batallón de allá, le hizo una asonada. A nosotros hace 20 días nos secuestraron a 29 uniformados. Nos sacaron de allá. Y otra vez volvimos a entrar. No nos vamos a cansar. Rendirse no es una opción. Pero la gente ya está entendiendo que sí es mejor la transición hacia lo legal. ¿Y por qué lo hace la gente así? Porque vive de la coca y siente que si se la quitan, ¿de qué van a vivir? Y nosotros le hemos dicho que los 9.000 millones de habitantes que hay en el mundo no viven de la coca. Las grandes empresas, industrias, colegios, no se hicieron con coca. Piden que haya vías para sacar los alimentos. Porque alegan que no las hay. Pero sí las tienen para sacar la cocaína.Pero mire, ministro, con todo respeto, el asunto es que cada día más y más familias viven de sembrar coca y de producir cocaína…La propuesta de la estrategia se llama transformación social y económica del territorio. Es volver la coca, la producción de la coca, no rentable y la producción de otros productos totalmente rentable. ¿Cómo hacerlo? Es elevarles el costo a los insumos con los que se produce la cocaína. Por ejemplo, el 80 % del combustible que se necesita para procesar la coca es legal. Usted encuentra más estaciones de gasolina allá que en cualquier ciudad importante del país.¿Y cuál es el problema?Por ejemplo, el combustible que parte de esa zona del Micay, sale de Yumbo y va supuestamente a Pasto, Nariño, pero hacen la oreja y se desvían al cañón del Micay. Se meten por el cañón y llevan el combustible. Entonces, el 45 % de las bombas de gasolina, de las estaciones de gasolina en Nariño, no tienen un permiso del Ministerio de Justicia. Y siguen funcionando. Y ahorita lo que hicimos con la ministra de Justicia y el ministro de Minas fue revisar la norma y ajustarla, y cerrar la llave desde acá, desde Bogotá, para no despachar gasolina a esos sitios. Si el vehículo se desvía de la línea, de la zona, de acuerdo con un censo que ya tenemos, y la ruta que se les debe dar, se sanciona al mayorista, al transportador y a la estación de combustible.Uno tiene la sensación de que este es un país en guerra…Tristemente, las personas que tienen 60 años no han visto un día de paz. Este problema no es de ahorita. Lleva muchos años. Y da vergüenza llegar a 100 años matándonos entre nosotros. Cien años matándonos unos a otros. No podemos pasar a la historia con esa vergüenza. Los que podemos cambiar eso somos quienes estamos vivos ahora.¿Usted cree que esta situación conflictiva tan delicada va a ser superada?Totalmente. Estoy convencido de ello. Tardará un tiempo, algunos de nuestros hombres y mujeres pueden caer en el campo de batalla y somos conscientes de ello. Le repito: vamos a ganar la guerra, pero costará sacrificio y lágrimas.YAMID AMATEspecial para EL TIEMPO

Shares: