El polémico evento en Medellín en el que el presidente Gustavo Petro compartió tarima con los capos de los combos delincuenciales de la ciudad, ha generado todo tipo de reacciones desde lo político como lo judicial, pues en su intervención el jefe de Gobierno lanzó una invitación a la Fiscalía General enmarcada en la ‘paz total.El encuentro se dio el pasado 21 de junio en La Alpujarra, el centro administrativo de la capital de Antioquia, y fue cuestionado por políticos e incluso los expresidentes Álvaro Uribe, Iván Duque y Andrés Pastrana, porque se vio en escena a los jefes encarcelados de bandas como la ‘oficina de Envigado’, ‘el Mesa’ y ‘la Terraza’.A ese lugar, personas como Freyner Alonso Ramírez, alias Carlos Pesebre; Walter Alonso Román, alias El Tigre; José Leonardo Muñoz, alias Douglas; y Jorge de Jesús Vallejo, alias Vallejo, llegaron como integrantes de la mesa de paz de la cárcel de Itagüí, liderada por la Oficina del Alto Comisionado, Otty Patiño.El presidente Gustavo Petro en su alocución desde Medellín. Foto:PresidenciaEsa mesa coordinada por la senadora Isabel Zuleta es la que va más avanzada en cuanto a la paz urbana que busca el Gobierno. Para el caso de Medellín, un reciente informe de Pares y Vivamos Humanos arroja que los combos de la ciudad agrupan entre 12.000 y 14.000 miembros, muchos de ellos herederos de Diego Murillo, alias Don Berna.  Con el fin de desarmarlos, Petro invitó a la Fiscalía, manejada por Luz Adriana Camargo, a ir a cárceles del país para revisar beneficios jurídicos a quienes frenen su actuar violento. El presidente Petro escuchando las palabras de Jorge de Jesús Vallejo Alarcón, alias Vallejo, Foto:Jaiver Nieto Álvarez“Queremos que la Fiscalía General de la Nación, olvidándose de que hay fiscales aquí que no le hacen caso, vaya a la cárcel a la que yo mismo voy a ir; me acompañen y a través de las actuales normas jurídicas, podamos lograr un acuerdo definitivo en donde cese la violencia aún más en los barrios pobres de Medellín. Sé lo difícil que es, lo complejo, antes se pensaba que la paz era hablar con un comandante guerrillero que sabía de política, que tenía una ilusión en su corazón”, dijo desde la tarima el jefe de Gobierno.  La semana pasada, durante su visita a Medellín, la fiscal Camargo se refirió al tema diciendo que se está examinando, y EL TIEMPO conoció que ya se han planteado los eventuales escenarios en los que entraría a jugar la Fiscalía en esta propuesta.Fiscal Luz Adriana Camargo. Foto:FiscalíaLa primera conclusión de ese análisis es que, según fuentes de la entidad, la Fiscal General no estará dispuesta a ir a ofrecer beneficios jurídicos o revisiones de sentencias que ya estén en firme, pues la ley no dicta esa facultad. En ese campo, la única palabra la tienen los jueces del país.Ahora, frente a los delitos que estén cometiendo desde cárceles como la de Itagüí los miembros de bandas delincuenciales, sí hay una puerta abierta en la que podrían entrar a explorarse negociaciones. En este punto, el ente acusador tiene claro que no se hablará de algún acuerdo de paz, sino de sometimiento a la justicia como lo indica la ley, bajo el cual los beneficios no son tan amplios. Fiscalia General de la Nación. Foto:Fiscalía General de la NaciónEn este punto, la barrera está en que no hay una ruta clara frente a qué puede ofrecerse a los criminales a cambio de dejar de delinquir, ya que no se ha radicado un proyecto de ley en el Congreso orientado a fijar el marco jurídico para el sometimiento de los capos de los combos del Valle de Aburrá o de otras zonas del país donde se llevan a cabo mesas, como lo son Buenaventura y Quibdó.Sin eso, el papel de la Fiscalía sería prácticamente nulo, y se seguiría limitando al levantamiento de órdenes de captura cuando se trata de organizaciones de un peso más político como las disidencias de las Farc o el Eln.Carlos López – Justicia – @CarlosL49 – carben@eltiempo.com

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