Entre los vídeos más virales de redes sociales, hay un tema recurrente: el cuidado del cabello. Decenas de usuarios comparten un supuesto truco para identificar el tratamiento más adecuado. Consiste en arrancar un cabello y colocarlo en un vaso con agua. Según explican, el comportamiento del mismo —si flota o se hunde— revelaría sus necesidades. Pero los expertos consultados por EL PAÍS consideran este método poco fiable. También circulan en redes otras recomendaciones, como el uso de prechampú o masajeadores de ducha. Tres especialistas aclaran qué prácticas son útiles y qué hábitos aconsejan para mantener un cabello sano. ¿Cuáles son las claves básicas para cuidar el cabello? “El cuidado de pelo es muy simple y es la razón por lo que mucha gente lo hace mal, al complicarse la vida”, explica Oscar Muñoz, dermatólogo de la Clínica capilDERM y autor del libro Que no te tomen el pelo. Claudia Bernárdez, CEO y directora de la unidad de tricología y trasplante capilar de la Clínica ABderma Madrid, resume en tres pasos lo mínimo que hay que hacer para cuidar el cabello: “Limpieza suave, hidratación ligera y protección”. Aconseja un champú adecuado al tipo de cuero cabelludo, un acondicionador o mascarilla ligera y protección frente al calor o el sol cuando sea necesario. “No se trata de cantidad, sino de constancia y buena selección de productos”, asegura. Además, destaca que “el pelo no es independiente del cuerpo”. Para mantenerlo sano, aconseja priorizar una dieta rica en proteínas, hierro, zinc y vitaminas del grupo B, dormir bien, controlar el estrés y evitar automedicarse. ¿Cómo identificar y cuidar los distintos tipos de cabello? Es fundamental distinguir entre un cabello y cuero cabelludo sanos y aquellos con patologías como alopecia, dermatitis seborreica o psoriasis, según Kevin Díez Madueño, dermatólogo de la Clínica Eguren y del Hospital Universitario Infanta Leonor. En este último caso, lo mejor es consultar a un especialista para un diagnóstico y tratamiento personalizado. Díez explica que el cabello puede clasificarse principalmente según la forma del tallo capilar —liso, ondulado, rizado o muy rizado (tipo afro)— y el tipo de cuero cabelludo —normal, graso o con descamación o caspa—. También pueden considerarse otros factores como el color, la textura o el grosor del cabello. A las personas con un cabello sano, Díez les aconseja elegir champús y acondicionadores en función de la fibra capilar, así como definir la frecuencia de lavado según las necesidades del cuero cabelludo. Si el cabello está teñido, recomienda usar productos específicos para su cuidado. Para Bernárdez, es clave observar cómo reacciona el pelo: “¿Se engrasa con rapidez?, ¿se enreda con facilidad?, ¿le cuesta absorber los productos?”. Según explica, el cabello fino y liso necesita volumen y evitar el exceso de productos; el rizado o muy poroso requiere mayor hidratación y métodos que reduzcan la fricción; y el cabello grueso o seco se beneficia del uso de aceites o mascarillas nutritivas. A las personas con pelo corto, Muñoz les aconseja un lavado de pelo diario e intentar “tocarlo” lo menos posible, además de un corte cada dos o tres meses. ¿Cada cuánto lavarse el pelo? “La frecuencia depende del cuero cabelludo, no del tipo de pelo”, afirma Bernárdez. La experta aconseja que siempre esté limpio y no espaciar demasiado los lavados. En la mayoría de casos, “lo correcto es lavarlo cada dos o tres días como mucho para evitar que se deposite grasa, pero también contaminación u otras sustancias”. En cabellos lisos y grasos, Díez indica que puede ser necesario un lavado diario, mientras que en cabellos rizados, gruesos o más secos, puede bastar con dos o tres lavados por semana. Y destierra un mito: “Lavar el cabello a diario no produce alopecia ni pérdida de densidad capilar”. ¿Cómo preparar el pelo antes de lavarlo? Antes de la ducha, Bernárdez aconseja desenredar el cabello para evitar la rotura por tracción cuando está mojado: “Debe hacerse con cepillos adecuados y, preferiblemente, con productos como aceites o sérums para reducir la fricción”. Decenas de usuarios recomiendan en redes sociales el prechampú, que consiste en aplicar al pelo una mezcla de mascarilla y aceite capilar antes del lavado. Díez explica que utilizar mascarillas y otros productos antes del lavado es una práctica habitual para aportar una hidratación extra, especialmente en cabellos secos, con tendencia al frizz, quebradizos o apagados. “Puede ser útil en cabellos gruesos y muy secos, pero si se utiliza de forma incorrecta, puede dejar residuos y agravar afecciones como la dermatitis seborreica”, advierte Bernárdez. ¿Cómo aplicar correctamente el champú? Díez recomienda elegir el champú en función de si el cuero cabelludo es más o menos graso, si el tallo piloso es liso, ondulado o rizado o si se aplican tintes, fijadores u otros irritantes. Aconseja aplicarlo solo en el cuero cabelludo y no a lo largo de toda la melena: “De este modo, limpias y eliminas la acumulación de productos, células muertas y el exceso de grasa, pero evitas resecar en exceso el resto del pelo”. También aconseja usar agua templada en la ducha, ya que protege tanto el cabello como el cuero cabelludo y ayuda a conservar la función barrera de la piel. ¿Funcionan los masajeadores capilares para la ducha? Al lavarse el pelo, Bernárdez considera fundamental masajear suavemente el cuero cabelludo con las yemas de los dedos y evitar usar las uñas. Varios usuarios aconsejan en redes sociales utilizar un cepillo masajeador en la ducha. “Esto no tiene ningún valor médico, cosmético o estético”, afirma Díez. Bernárdez señala que si bien puede ayudar a lavar más a fondo, “no llega a estimular el crecimiento de forma marcada”. ¿Qué ingredientes evitar en los champús o productos para el pelo? Bernárdez aconseja evitar ingredientes muy agresivos como sulfatos fuertes (SLS), alcoholes secantes o siliconas no solubles si se tiene el cuero cabelludo sensible. También desaconseja fragancias o conservantes como el formaldehído en personas con alergias. Díez sugiere evitar los champús “caseros”. “Ojo con aquellos productos que señalan ‘origen natural’, pero no exponen su lista de ingredientes o su composición”, advierte. Tampoco recomienda el uso de champús con antifúngicos, alquitrán u otros ingredientes anticaspa en cueros cabelludos sin psoriasis ni dermatitis seborreica y en aquellos sanos, normales o sensibles. ¿Cómo aplicar el acondicionador? Díez recomienda usar acondicionador después del lavado, especialmente cuando se aplican champús de limpieza profunda o el cabello ha estado expuesto a irritantes, tintes o calor. La frecuencia de uso depende de las necesidades de cada persona. Según el experto, debe aplicarse de medios a puntas, aunque en cabellos secos o rizados puede extenderse a lo largo de toda la fibra capilar. En cabellos finos o grasos, sugiere limitarlo a las puntas o a las zonas más alejadas del cuero cabelludo. El tiempo de actuación varía según el producto, por lo que es aconsejable seguir las indicaciones del fabricante. ¿Son efectivas las mascarillas caseras? El uso de mascarilla una o dos veces por semana puede ser especialmente “beneficioso” en cabellos quebradizos, secos o con mayor necesidad de hidratación y reparación, según Díez. En redes sociales se recomiendan mascarillas caseras, con ingredientes como aguacate, huevo o miel. “Algunos componentes tienen base científica, pero la eficacia es limitada si no se preparan correctamente”, explica Bernárdez, que destaca que en clínica recomiendan fórmulas con concentraciones precisas y demostradas en laboratorio. Díez aconseja evitar los productos caseros de “cosecha” propia. ¿Cómo cuidar el cabello después de la ducha? El cabello es más frágil cuando está mojado, por lo que Díez recomienda usar un peine de dientes anchos en lugar de un cepillo para desenredarlo. Según el experto, en cabellos gruesos y rizados o muy rizados, lo ideal es peinarlo cuando está ligeramente húmedo. En cambio, en cabellos lisos u ondulados, sugiere esperar a que esté seco antes de peinar. Además, recomienda comenzar desenredando desde las puntas e ir subiendo poco a poco para minimizar el daño. Y advierte: no hay que obsesionarse con el cepillado ni seguir rituales como cepillar el cabello más de 100 veces, ya que esto puede romper la fibra capilar. “Cepillar en exceso no va a mejorar la calidad estética del cabello”, destaca. ¿Cuándo usar champú en seco? Los expertos consultados señalan que el champú en seco es útil de forma puntual —por ejemplo, tras el ejercicio o para dar volumen—, pero no debe sustituir el lavado convencional. Díez explica que su uso debe limitarse para evitar cuero cabelludo con dermatitis seborreica, seborrea y daño de la fibra capilar. Recomienda usar poca cantidad, distribuir el producto de manera uniforme sobre el cuero cabelludo, dejarlo actuar durante el tiempo indicado en las instrucciones y luego cepillarlo para retirar el exceso de grasa. “Dejarlo mucho tiempo sin retirar mediante un lavado con agua puede irritar el cuero cabelludo y empeorar problemas como la caspa”, explica Bernárdez. ¿Cuándo usar aceites, sérums o exfoliantes capilares? “Los aceites pueden ser útiles en cueros cabelludos muy secos, pero en los que tienden a la inflamación o grasa no los recomendamos”, afirma Bernárdez. Para la experta, los exfoliantes capilares son útiles si se usan bien: “Ayudan a eliminar residuos y células muertas, pero su abuso irrita”. Los sérums y protectores térmicos “sí son muy útiles, sobre todo en puntas y cuando se aplica calor o coloración”. ¿Cómo limitar el daño por calor en el pelo? Entre los errores más comunes, Díez menciona el exceso de alisados físicos y de calor al secar el cabello. Los expertos consultados aconsejan limitar el empleo de herramientas como planchas o rizadores de forma continuada o crónica, ya que el calor daña la queratina. Si se usan este tipo de aparatos, Bernárdez aconseja “que sea con protección térmica y no a más de 180 °C”. Y nunca con el pelo húmedo. ¿Cómo cuidar el pelo en verano? En verano, lo más importante es proteger el cuero cabelludo del sol, según los expertos consultados. Díez señala que no usar sombreros, gorras o productos con protección solar es un error, ya que el cuero cabelludo está expuesto a riesgos de patologías tumorales y precancerosas, especialmente en personas con alopecia o baja densidad capilar. El experto recomienda proteger especialmente a los más pequeños para evitar quemaduras. Antes de entrar en la piscina, Díez aconseja aplicar aceite en el cabello, “ya que crea una barrera física entre el pelo y el cloro”. También sugiere usar gorro de baño. Además de lavar el cabello inmediatamente después de bañarse en la piscina o el mar, Bernárdez recomienda emplear sprays con antioxidantes y aplicar hidratación extra varias veces al día. ¿Cómo cuidar el cabello al practicar deporte? A quienes practican deporte, Díez les recomienda recogerse el cabello durante los entrenamientos, especialmente cuando hace frío, hay viento o se está expuesto a otros factores que puedan dañar la fibra capilar. Según cuenta, esta medida ayuda a prevenir la rotura del pelo y la pérdida de brillo. En deportes acuáticos, sugiere utilizar gorro de baño. ¿Qué hacer con la caspa? Para empezar, Bernárdez insiste en que “No toda la ‘caspa’ es igual”. “Puede ser descamación seca, dermatitis seborreica o incluso psoriasis”, afirma. Por eso, recomienda una valoración médica si es persistente. “Los champús con piritionato de zinc, ketoconazol o ácido salicílico suelen ser útiles, pero la clave está en la constancia y en no agredir más el cuero cabelludo con productos mal adaptados”, afirma. La experta recomienda comenzar lavando el pelo a fondo y con mayor frecuencia y, si no hay mejoría, consultar con un especialista. ¿Cuáles son los errores más comunes al cuidar el pelo? Bernárdez señala que algunos errores comunes son lavar poco el cuero cabelludo, usar productos inadecuados y aplicarlos incorrectamente. Por ejemplo, “en un pelo seco aplicar aceite solo en los días de lavado”. Díez destaca que otro error frecuente es no acudir al dermatólogo ante una caída prolongada del cabello, adelgazamiento capilar, pérdida de densidad, tumores, lesiones o irritaciones persistentes en el cuero cabelludo. “Seguir modas cosméticas, nutricionales o ‘milagrosas’ y acudir a centros no médicos o centros médicos no especializados podría retrasar un diagnóstico y tratamiento eficaces”, explica. Otro error es “mantener productos fijadores como lacas o ceras sin retirarlos correctamente”. Además, Díez destaca que los champús contra la caída del pelo tienen baja o nula evidencia y que cortar el pelo no influye en su densidad ni crecimiento. También advierte sobre peinados tirantes, trenzas fuertes, extensiones pesadas, rastas exageradas y pelucas mal adaptadas, que pueden dañar la fibra capilar o incluso causar alopecia por tracción.

Los trucos de expertos para cuidar el cabello: ducharse con agua templada y aplicar aceite en el pelo antes de la piscina | Salud y bienestar
Shares: