Bruce Springsteen (Nueva Jersey, 75 años) continúa la que puede considerarse su gira más política, Land of Hope and Dreams. Comenzó el 14 de mayo en Mánchester con alocuciones en contra de Donald Trump e incluyendo en su repertorio temas donde afila su visión del mundo, como My City in Ruins, Land of Hope and Dreams o la versión del tema de Bob Dylan, Chimes of Freedom. El 21 y el 24 de junio estará actuando en San Sebastián.El pasado 4 de junio y ayer sábado 7 se presentó en Liverpool. En la primera fecha no hubo sorpresas, más allá de la descarga habitual de rock and soul a la que nos tiene habituados el de Nueva Jersey y su numerosa E Street Band. Pero para la segunda cita tenía reservada una sorpresa. ¿Quién es el músico más ilustre de Liverpool? Efectivamente: Paul McCartney (Liverpool, 82 años) se subió al escenario para interpretar dos canciones. Durante sus largas trayectorias han tocado juntos en varias ocasiones, pero esta era en el lugar de nacimiento de uno de los grupos favoritos de Bruce, The Beatles. La primera canción que ofrecieron fue uno de los germinales éxitos de The Beatles, Can’t Buy Me Love. McCartney, con su famoso bajo Höfner, cantó todo el tema mientras Bruce se limitó la mayor parte del tiempo a mirarlo con una sonrisa y al rasgar su guitarra. El breve solo del tema lo realizó con tensión Steve Van Zandt. Luego se dieron el gustazo de atacar Kansas City, un clásico de rhythm and blues que probablemente les hizo amar la música cuando todavía eran unos adolescentes. La canción la compuso el dúo Jerry Leiber y Mike Stoller (firmantes de docenas de éxitos del primer rock and roll) en 1952 y el primero que la grabó fue el incandescente Little Willie Littlefield. En Kansas City realizó el solo de guitarra el propio Springsteen, y los dos se replicaron en los coros. McCartney se marchó del estadio de Anfield entre el griterío del público y los abrazos de Bruce, que le despidió así: “Oh, dios. Estoy en Liverpool tocando con un beatle. Es uno de los mis sueños hecho realidad”.

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