La llegada del general Hugo Alejandro López Bareto a la comandancia de las FF .MM., provocó una barrida de otros generales con mayor antigüedad en el servicio activo. Con 40 años en la institución, el actual jefe de estado mayor conjunto de las Fuerzas Militares llega a dirigir las Fuerzas en un momento de reconfiguración del conflicto armado. López Barreto ingresó a la Escuela Militar de Cadetes José María Córdova con apenas 15 años y se graduó en 1987 como subteniente del arma de Caballería.Es profesional en Ciencias Militares, magíster en Seguridad y Defensa y profesor militar. Cuenta, además, con formación internacional, incluida su experiencia académica en la Academia de Guerra del Ejército de Chile, donde también fue profesor invitado. Completó cursos en lanceros, paracaidismo, Derechos Humanos, Derecho Internacional Humanitario y Operaciones Psicológicas en Estados Unidos.Presidente Petro Foto:Presidente PetroEn el plano operacional, estuvo al frente de la Fuerza de Tarea Vulcano, en Norte de Santander; del Comando Conjunto Caribe; del Comando Conjunto Orinoquía, y de la Primera División del Ejército, en la región Caribe. También dirigió la Fuerza de Tarea Sumapaz y el Batallón Contra el Narcotráfico No. 3, en zonas históricamente golpeadas por las economías ilegales y la disputa armada.Durante la pandemia del COVID-19 fue director general de Sanidad Militar. Su hoja de vida incluye, además, los cargos de inspector general de las Fuerzas Militares, agregado militar en la Embajada de Colombia en Washington y director de la Escuela Militar de Suboficiales, combinando gestión institucional, formación y control interno.López Barreto fue ascendido al grado de general el 7 de agosto de 2024. Y uno de los roles más sensibles fue como miembro de la delegación en la mesa de diálogo con la guerrilla del Eln, rol que, según algunos expertos, daría la pauta de lo que buscaría el Gobierno en su último año. “Lo que busca es reafirmar lo que ha hecho durante todo su periodo de gobierno y es contar con una Fuerza Pública que no se oponga a sus intereses de abrir y dejar muchas mesas de negociación de paz con distintos grupos criminales y retomar los diálogos con el ELN. Todo esto buscando el apoyo electoral de estos grupos, como lo hizo en el pasado con el ‘Pacto de La Picota’, que le dio resultados en las pasadas elecciones como bien lo reconoció su hermano”, dijo el experto en seguridad, Hugo Acero. Otros cambiosAdemás de López Barreto, llegan los generales Royer Gómez a la comandancia del Ejército, Carlos Fernando Silva a la de la Fuerza Aérea, y el almirante Juan Ricardo Rozo a la de la Armada.Para César Niño, profesor de la Universidad Militar Nueva Granada, el cambio de cúpula no implica necesariamente una transformación de las prioridades de seguridad nacional, pero sí introducirían ajustes.En su análisis, las Fuerzas Militares actúan bajo las directrices del Presidente y del Ministerio de Defensa y los relevos pueden responder a una lectura política del momento sin que ello se traduzca de inmediato en una modificación de la doctrina.Padre de Jean Claude Bossard exige justicia. Foto:El académico también advirtió que la nueva cúpula enfrenta el reto de recuperar iniciativa operativa en un contexto donde, según su evaluación, las Fuerzas Militares han mostrado una postura más reactiva frente a las estructuras criminales. “Un cambio de nombres no garantiza resultados colectivos”, señaló Niño al plantear que la expectativa de resultados en seguridad se concentra ahora sobre mandos que asumen en una etapa preelectoral, con presiones políticas y operacionales simultáneas.Sara Valentina Quevedo Delgado y Jesús Blanquicet – Redacción Justicia

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