Taylor Swift (Pensilvania, 35 años) lleva prácticamente seis meses alejada del foco mediático. Después de dar su último concierto en Vancouver (Canadá), el pasado 8 de diciembre, la artista decidió descansar y disfrutar del tiempo libre —del que no había gozado desde el inicio de su gira The Eras Tour, allá por marzo de 2023— y afianzar su relación con Travis Kelce. Su regreso el 30 de mayo a las redes sociales, tras medio año de silencio, llegó con la mejor de las noticias para ella y sus seguidores: había comprado los derechos de sus seis primeros discos y, por tanto, pasa a ser la dueña de todas sus grabaciones. Ahora vuelve a ser noticia, pero nada tiene que ver con su trabajo ni con su relación con el jugador de fútbol americano. Tal y como ha publicado TMZ en exclusiva, y han confirmado otros medios estadounidenses como Page Six, la artista ha conseguido una orden de alojamiento contra un acosador.Fue el pasado viernes 6 de junio cuando la solicitud fue presentada contra un hombre de 45 años llamado Brian Jason Wagner. Según afirma la cantante, le ha estado acosando durante años: sigue apareciendo en su casa de Los Ángeles sin invitación, afirma que es la madre de sus hijos e incluso llegó a cambiar la dirección de su permiso de conducir a la residencia de Swift en la ciudad californiana. “Hizo varias declaraciones sobre vivir en mi propiedad, estar en una relación conmigo, creer que soy la madre de su hijo y afirma necesitar verme en persona”, se lee en los documentos legales a lo que ha tenido acceso Page Six. Más informaciónY continúa: “Todo lo cual es falso y está desconectado de la realidad”. Según se recoge en la denuncia, Wagner visitó su casa de Los Ángeles por primera vez en mayo de 2024 y regresó allí varias veces en el mes de julio: “En al menos una de las ocasiones, el Sr. Wagner portaba una botella de vidrio que podría haber sido utilizada como arma”. Además, se presentaba en la propiedad afirmando que estaba allí para “ver cómo estaba un amigo”. La intérprete de Shake it Off reconoce en el escrito que su equipo de seguridad elaboró un informe de antecedentes penales de Wagner, lo que les permitió descubrir que había estado en la cárcel. Fue entonces cuando tuvieron conocimiento de que había estado enviando a Swift extensas comunicaciones desde prisión, donde incluía historias inventadas sobre su supuesta relación privada, y también le envío correos con amenazas. “No tengo ninguna relación con el Sr. Wagner y nunca me he reunido ni me he comunicado con él”, explica, e insiste que tiene “miedo a un daño inminente”. La orden de alejamiento ha sido admitida, pero solo de manera temporal. Esta expirará en 20 días, el 30 de junio, y el acusado tendrá que mantenerse a al menos 100 metros de distancia de la cantante, su casa, su lugar de trabajo y su coche. “No comparto públicamente mi domicilio y nunca he compartido mi dirección ni la ubicación de mi residencia en Los Ángeles con el Sr. Wagner. Por lo tanto, el hecho de que el Sr. Wagner haya determinado dónde resido y haya visitado la propiedad varias veces, negándose a irse y alegando que necesita acceder, me hace temer por mi seguridad y la de mi familia”, alega también en la solicitud. No es la primera vez que Swift tiene que enfrentarse a un acosador. En enero de 2024, la policía de Nueva York detuvo hasta en tres ocasiones a un sospechoso después de que se presentase de manera reiterada en su propiedad de Manhattan. En la última de ellas, los agentes le encontraron rebuscando en un contenedor de basura situado en frente de la propiedad valorada en 50 millones de dólares que la artista tiene en el popular barrio de Tribeca. Los fiscales revelaron durante la audiencia tras su segunda detención que David Crowe había vigilado el apartamento 30 veces en los últimos dos meses. Taylor Swift en la alfombra roja de los premios Gramy, el 2 de febrero de 2025. Axelle/Bauer-Griffin (FilmMagic)En 2018, otro acosador planeó matar a Swift y a toda su familia después de estar durante un año enviando amenazas al padre de la cantante. “El demonio de la familia de demonios: Scott, Austin, Taylor y Andrea. Verdaderamente, es el final. Y no es una broma, porque Dios va a quemaros en el desierto. Iros al infierno”, decía en una de las comunicaciones. Un año más tarde, en un artículo publicado en la revista Elle sobre el tema de los acosadores, la artista aseguró que llevaba consigo vendajes de grado militar diseñados para heridas de bala o puñaladas. “Los sitios web y los tabloides se han encargado de publicar todas las direcciones de casas que he tenido. Hay suficientes acosadores que intentan entrar a tu casa y empiezas a prepararte para cosas malas”, denunciaba en aquel momento. En los últimos meses, verla públicamente se ha convertido en una misión casi imposible. Una discreción que parece estar rompiendo, ya que en las últimas semanas se ha dejado ver en citas románticas con Kelce y en eventos familiares. Es ella la que está marcando sus tiempos. Unos tiempos que ni siquiera sus seguidores —capaces de encontrar pistas en cada uno de sus movimientos— han conseguido descifrar.

Taylor Swift consigue una orden de alejamiento temporal contra un nuevo acosador | Gente
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