La incidencia de cáncer de hígado está dibujando una trayectoria ascendente en todo el mundo: los científicos proyectan que se pasará de 870.000 casos en 2022 a casi el doble en 2050. Y aunque, en buena medida, este incremento se debe al crecimiento y envejecimiento de la población, hay también un puñado de factores de riesgo evitables que espolean esta tendencia al alza, advierte un grupo de científicos este lunes en la prestigiosa revista médica The Lancet. De hecho, señalan, tres de cada cinco tumores hepáticos se deben a causas prevenibles, como la enfermedad por hígado graso asociado a la obesidad, los virus de la hepatitis y el consumo de alcohol.Los expertos llaman a actuar “urgentemente” para atajar estos factores de riesgo y recuerdan que este tumor es uno de “los más difíciles de tratar”: es el sexto más frecuente y tiene una supervivencia a cinco años por debajo del 30%. “Este tumor se desarrolla sobre un hígado enfermo. Es una enfermedad silenciosa, que no da síntomas hasta que está muy avanzado”, avisa María Reig, jefa de la Unidad de Oncología Hepática del Hospital Clínic de Barcelona. Ella no ha participado en esta investigación, que sí firman otros investigadores de su hospital, pero considera “muy oportuna” la llamada de alerta para “concienciar” sobre este tumor. En sus conclusiones, los autores del artículo piden acelerar la vacunación contra los virus de la hepatitis y reforzar las campañas de concienciación sobre los riesgos del consumo de alcohol y la necesidad de promover hábitos de vida saludables, como el ejercicio físico.Más informaciónSi nada cambia, el escenario a la vista es poco halagüeño: 1,52 millones de casos de estos tumores en 2050. Pero hay margen de mejora, sobre todo, si se tiene en cuenta, explica esta comisión The Lancet sobre cáncer de hígado, que el 60% de estos tumores se deben a factores de riesgo evitables. En concreto, los expertos ponen el foco, por ejemplo, en la evolución de la enfermedad por hígado graso vinculada a una disfunción metabólica, que está creciendo en todo el globo. Esta dolencia, que afecta a uno de cada tres adultos, se caracteriza por una acumulación de grasa en el hígado y, en sus formas más graves, también presenta unos niveles de fibrosis e inflamación capaces de desencadenar cirrosis o cáncer. Los científicos calculan que los casos de tumor hepático vinculados a las formas más graves de hígado graso crecerán del 8% al 11% en 2050.Otro factor de riesgo en el punto de mira es el consumo de alcohol. Los expertos estiman que los tumores de hígados asociados a este hábito poco saludable pasarán del 19% en 2022 al 21% dentro de 25 años. Reig señala que, efectivamente, el alcohol es “un factor de riesgo de daño hepático”, pero hace un apunte importante: “La cantidad de alcohol no puede definir el riesgo, hay gente con consumo puntual que también desarrolla enfermedad”.La hepatóloga, que es también jefa del grupo de Investigación Barcelona Clínic Liver Cancer (BCLC) del Idibaps y directora de la Cátedra UB-BCLC de Cáncer de Hígado, hace hincapié en la necesidad de “trabajar el estigma indirecto que tiene el cáncer de hígado”. Por eso prefiere hablar de “factores de riesgo modificables en lugar de poco saludables”. Las palabras importan, dice. Máxime, en un tumor que el imaginario colectivo limita a realidades muy concretas, como el consumo excesivo de alcohol. La realidad es más compleja y demuestra que hay más causas detrás de este cáncer, puntualiza. “Es importante cómo nos aproximamos al problema. El punto de conciencia e invertir en educación es clave. Si nosotros penalizamos a la gente, es menos probable que respondan. Hemos de llegar a la sociedad desde un lugar diferente, es el objetivo de la cátedra: abordar las necesidades de la patología con una visión holística y complementaria”. Y recuerda: “Sigue siendo un cáncer con alta mortalidad que no se diagnostica precozmente, aunque haya pruebas de detección temprana, como la ecografía. Hay que concienciar a la población y a los médicos y trabajar el estigma: es un cáncer silencioso y le hemos de dar voz”.Según la comisión de científicos, a nivel mundial, el factor de riesgo evitable que causa la mayoría de los tumores hepáticos sigue siendo el virus de la hepatitis: uno de cada tres cuadros oncológicos en el hígado están asociados al impacto de estos microbios. Las estimaciones de la comisión de expertos, con todo, trazan una línea descendente en esta tendencia y prevén que la proporción de cáncer de hígado asociado a hepatitis se reduzca del 39% que había en 2022 al 37% en 2050. Medidas preventivas urgentesLas pretensiones de los científicos que firman el artículo en The Lancet es lograr una reducción anual de la incidencia de casos de entre el 2% y el 5%. Y aunque puede parecer una cifra modesta, si se lograse, se podrían prevenir hasta 17 millones de diagnósticos y 15 millones de muertes. Los expertos plantean “la urgente necesidad de medidas preventivas”. Por ejemplo, reforzar la vacunación contra la hepatitis B y la detección precoz de las infecciones por esta causa. “Las autoridades sanitarias deben implementar el cribado universal del VHB para adultos mayores de 18 años al menos una vez en la vida”, reclaman. Y también proponen, en zonas de alta prevalencia, impulsar la detección precoz del virus de la hepatitis C.En España, en concreto, hay un plan de vacunación contra la hepatitis B y tratamiento universal para la hepatitis C, pero siempre hay margen de mejora, conviene Reig. Un estudio reciente de su grupo de investigación, por ejemplo, encontró que, las personas que habían tenido hepatitis C, después de curarse de esta enfermedad, aumentaban de peso y elevaban el consumo de alcohol. “Los que se curan de hepatitis C, no curan el riesgo de desarrollar cáncer de hígado”, sostiene. En su estudio, Reig y su equipo apuntaban que este perfil de pacientes se puede “beneficiar de asesoramiento intensivo y farmacoterapia para abordar la obesidad y el consumo de alcohol”.Reducir el consumo de alcohol de forma global es otra estrategia clave. En España, según la encuesta Estudes del Ministerio de Sanidad a adolescentes de 14 a 18 años, la edad de inicio de ingesta de bebidas alcohólicas está en los 14 años. Los expertos proponen incidir sobre los precios de venta de estos productos e incorporar etiquetas de advertencia sobre sus riesgos.Atajar el hígado grasoLos científicos también llaman a reforzar la detección y el tratamiento de la enfermedad por hígado graso asociado a la disfunción metabólica antes de que esta llegue a fases más avanzadas que aboquen al cáncer. Se trata de una dolencia invisible, que no acostumbra a dar síntomas hasta que está avanzada y los hepatólogos llevan mucho tiempo alertando de un importante infradiagnóstico.La parte buena, con todo, es que, si la acumulación de grasa no ha provocado todavía un profundo daño hepático, se puede revertir. Con hábitos saludables, como bajando de peso, dieta sana (como la mediterránea) y haciendo ejercicio; pero también se ha demostrado recientemente que los innovadores fármacos contra la obesidad —medicamentos como el famoso Ozempic— son capaces de reducir la inflamación que causa ese depósito de grasa en el hígado y detener la fibrosis.Otra cuestión que subrayan los investigadores es la necesidad de avanzar en el tratamiento personalizado del cáncer de hígado y combatir las desigualdades que hay entre países en el acceso a las distintas opciones terapéuticas. En este campo, la ciencia avanza y la revolucionaria inmunoterapia, que entrena a las propias defensas del organismo para atacar las células malignas, también ha entrado en el cáncer de hígado. Pero todavía hay un 70% de pacientes que no responde a estos tratamientos.“Hay que buscar tratamientos personalizados. El área de la inmunoterapia ha crecido significativamente y ha aportado un cambio radical, pero ahora estamos intentando averiguar por qué hay pacientes que no responden o que, aunque responden al principio, acaban recayendo”, apunta Reig. Y enfatiza también la necesidad de mejorar la detección precoz. Sobre todo, teniendo en cuenta que el 40% de los pacientes se diagnostican en estadios avanzados de la enfermedad.

Tres de cada cinco tumores de hígado se deben a causas prevenibles | Salud y bienestar
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