Desde el pasado año, H&M se ha convertido en una especie de franquicia de festivales. Han realizados conciertos multitudinarios en París, Nueva York, Estocolmo (lugar de origen de la marca) o, más recientemente, en Londres, donde el pasado septiembre la enseña sueca lanzó una colaboración con la mujer del momento, Charli XCX. La pasada semana, días antes del inicio de Coachella, reunieron en el downtown de Los Ángeles a Doechii, Robyn o Jamie XX entre otros, en una suerte de festival de una sola noche al que asistieron cientos de personas por invitación (conseguida a través de redes sociales), y entre ellas, obviamente, numerosas celebridades.La estrategia de los suecos tiene sentido, no solo porque en la actualidad el estilo de los artistas musicales es más prescriptor que la mayoría de las pasarelas del mundo, tambíen, y sobre todo, porque las marcas high street de toda la vida están reestructurando tanto su oferta como su posicionamiento. En un contexto en el que la moda ultrarrápida de compañías como Shein o Temu es para muchos jóvenes la opción de moda asequible, las grandes cadenas están construyendo marca, ofreciendo una oferta elevada con un componente mayor de diseño y generando relatos a su alrededor que conecten con la audiencia. H&M ha elegido la música: “antes el mundo era muy compartimentado. Los creativos trabajaban solo en música, solo en moda, solo en arquitectura… pero creo que ahora estamos ante un renacimiento de la creatividad”, comenta a S Moda Jörgen Andersson, director creativo de la enseña. “Mira cuando LVMH nombró a Pharrell director creativo de Louis Vuitton. Fue una tendencia que empezó con Virgil Abloh. Era un tipo que entendía la calle, las tendencias… Así es el mundo hoy”, apunta.Barbie Ferreira, Alex Consani y Richie Shazam vistieron la colección de primavera verano de la marca suecaLa relación de H&M con la música viene de lejos. Fueron los primeros en licenciar (y por lo tanto vender a gran escala) camisetas de The Clash o Los Ramones, quizá las dos bandas más influyentes en lo que respecta a la entrada en la moda del merchandisign musical. Después llegaron prendas oficiales de Justin Bierber o Billie Eilish, o las colaboraciones de Madonna, Beyoncé, Lana del rey o Lady Gaga como imagen de campaña. ” La unión de la música y la moda es un área a explorar muy interesante. Y también creo que, reflejado en nuestra marca, de lo que se trata es de ‘liberar’ la moda para muchos, hacer de la moda una herramienta para la diversidad y la autoexpresión”, comenta.Imagen del festival que organizó H&M en Los Ángeles el pasado 9 de abrilCada vez que H&M organiza uno de estos festivales, lanza un drop o colección cápsula inspirada tanto en los artistas que viste para el directo como en la ciudad en la que recalan. Es su forma de ‘hacer marca’ en el imaginario colectivo: “Para mí, o eres una marca de moda o solo vendes ropa”, opina Andersson. “Si solo vendes ropa, es producto puro. Una marca de moda es parte de la cultura pop, y necesitas contexto, una narrativa. Si no, solo es producto”, añade.Su posicionamiento estratégico como una marca de moda ligada a la música no quiere funcionar solo por la vía de asociar ciertas prendas a ciertos artistas; busca compartir ciertos valores, en concreto, esos valores de expresión individual y liberación de arquetipos a través de la estética que caracteriza a las nuevas generaciones: “queremos contar la historia de la liberación de la moda: si el lujo es solo para el 1%, nosotros lo ofrecemos al 99%. La música, con el streaming, también se ha liberado. Hoy los artistas triunfan subiendo su música a una plataforma. El paisaje digital ha liberado la música, y eso es lo que buscamos en H&M: que todos tengan acceso. Por eso también nos gusta que a eventos como estos no solo vengan VIP’s, también clientes, cualquier persona.”, explica.Gabriette y Alex Consani durante los conciertos de H&M en Los Ángeles
Gabbriette and Alex Consani dressed in H&M S/S 2025.El director creativo cuenta que a la hora de elegir los músicos con los que colaboran se basan en las relaciones ‘orgánicas’ que la marca crea con ciertos artistas a lo largo del tiempo: “por ejemplo, con Charli XCX llevábamos 7 u 8 años colaborando antes del evento en Londres el año pasado. No es que las estemos ‘utilizando’ para un momento concreto. Vi a Charli en el O2 Arena de Londres, y trajo a Jamie XX, a Robyn… ” explica, aludiendo al cartel del festival celebrado en Los Ángeles esta semana. “Los propios músicos buscan colaborar con artistas mayores, con experiencia. El pasado mezclado con el futuro crea el presente”, dice, y alude a la presentación de su colaboración con Rabanne hace dos años, que reunió a tres artistas de generaciones y estilos diversos: “Cher, Robyn y Peggy Gou. Para mí esa unión es H&M”.Jörgen Andersson, Eliana Masgalos Duarte y Daniel Ervér.Jason Sean Weiss/BFA.com (Jason Sean Weiss/BFA.com)Pocos días antes de celebrar este macroevento en Los Ángeles, H&M presentaba sus resultados trimestrales: crecieron un 3% respecto al trismestre anterior, rozando los 5.500 millones de euros. Los suecos están reestructurando la empresa, ofreciendo un producto más premium y cerrando tiendas para seleccionar su oferta y distinguirse de las empresas de moda ultrarrápida: “tenemos 120 tiendas menos comparadas con el mismo trimestre del año anteriory planeamos cerrar 40 más en este periodo”, contaba el CEO de la marca, Daviel Ervér. Pero, a diferencia de algunos de sus competidores, no parecen haber reducido la inversión en márketing, más bien al contrario. Aliarse con la música, y más en 2025, es una estrategia inteligente para elevar su oferta, pero se trata de una alianza que, al margen de los momentos virales que genere, sólo puede dar resultados a medio plazo.